El debate sobre la inseguridad en la ciudad (con anécdotas personales, críticas, denuncias, compromisos y posibles soluciones) reunió ayer a vecinos, funcionarios provinciales y municipales, policías y concejales en el Club Atlético Olegario Víctor Andrade (Caova), en la zona sur de la ciudad. Unas 80 personas confluyeron en Andrade 960, a pocas cuadras de la pilchería que el martes pasado fue asaltada por segunda vez en 11 días. El titular del local fue, justamente, uno de los presentes.
En casi dos horas de reunión se escuchó de todo: pedidos por una mayor presencia policial, y hasta que los agentes bajen de peso y se entrenen, además del reclamo por la apertura de calles y el control de la feria comercial de zona sur La Saladita. También se exteriorizaron cuestiones sobre las que ninguno de los presentes pudo dar respuestas, como la baja de la edad de punibilidad o que los jueces informen sobre el estado de las causas abiertas en el barrio por narcotráfico.
Más allá de la mezcla de temas y la tensión de alguna que otra crítica, hubo buen balance por parte de la mayoría de los que participaron de la segunda reunión del año organizada por la comisión de Seguridad del Concejo, que está presidida por el peronista Osvaldo Miatello.
"No siempre los vecinos tienen a tiro a varios funcionarios de jerarquía de la provincia o del municipio para hacer sus reclamos. En esta reunión, tanto como en la anterior, realizada el mes pasado en el club Libertad (zona oeste), los pedidos fueron similares: mayor control policial en las calles, como también sobre el trabajo de los agentes. Esto último ya lo realizan los propios vecinos, en un acto de verdadero control social. Incluso, los habitantes del barrio le envían mensajes por celular y le dicen directamente al secretario de Seguridad Pública provincial (Marcos Escajadillo) cuándo los uniformados no están cuidando como se debe o no están donde hay que estar", rescató Miatello.
El concejal adelantó que las próximas reuniones serán en jurisdicción de la seccional 7ª, más cerca del centro de Rosario, y también en la 10ª, en el norte de la ciudad.
Además de Miatello, asistieron otros cuatro concejales de distintos bloques e integrantes de la comisión, más el secretario de Seguridad Comunitaria, Angel Ruani, y Escajadillo, por la provincia.
Lo propio hicieron funcionarios municipales (áreas de Seguridad Ciudadana, Guardia Urbana y Servicios Públicos) y policías: desde el jefe de la Brigada Operativa de Drogas hasta su par de Orden Público, a cargo de todas las comisarías (ver aparte), como también el inspector de zona y los titulares de las seccionales 11ª y 15ª.
Los voces. Con una dura crítica hacia todos los funcionarios de Seguridad de la provincia, abrió la reunión el representante de la Asociación Comercial de calle Ayacucho, Sergio Nazzi. Pero rápidamente le salieron al cruce varios funcionarios y agentes de la fuerza, que explicaron cómo se está trabajando y prometieron sumar agentes al barrio.
"No caminan por las calles", "están en la plaza tomando sol o café", "mandan a pibitas jóvenes o a agentes obesos", "queremos policías entrenados como grupos comando", fueron algunas críticas al voleo. Otros vecinos pusieron eje en los menores. "Roban y luego nos hacen muecas" o "se los quiere hacer votar, entonces que sean responsables y vayan presos", aseguraron.
Hasta que, con calma y claridad, un vecino, Orlando López, afirmó que él no entendía de leyes y sabía que no se podía pedir un policía por ciudadano, pero sí "que se invierta" más para combatir el delito.
También una vecina de La Tablada dijo lo suyo. "Me parece bien cuando el comando da vueltas, y cuando la policía camina por los pasillos del barrio: son laberintos que se ven sólo desde los techos. Hay que abrir calles y queremos que la policía esté presente, no para dar palos sino para que nos cuide", indicó la mujer, que exigió más severidad con los peces gordos del narcotráfico y "no sobre los pibes".
Denuncias
Frente a la crítica de un vecino acerca de que en algunas comisarías no se toman las denuncias, el jefe de Orden Público, Daniel Corbellini, recogió el guante y dijo: “Ahora habrá un formulario para que cualquier agente, no sólo el sumariante, pueda y deba tomar la denuncia y le de una copia a un vecino. El que no lo haga, se las verá conmigo”.