El ex delantero de Independiente, Darío Gandín, admitió ayer que le hubiese gustado que los
hinchas del Rojo lo despidan con aplausos y no con insultos después de los cuatro goles, todos
importantes, que marcó en el último Clausura. El Chipi fue transferido a Necaxa de México (un
millón y medio de dólares por la mitad del pase) y se mostró dolorido por su salida.
“La verdad es que me hubiera gustado irme de otra manera, pero así
y todo le agradezco a la gente por el cariño que me dio en su momento y a Independiente por haber
confiado en mí”, dijo Gandín.
El goleador fue a saludar a sus ex compañeros por Villa Domínico y
confesó que siente emociones encontradas. “Por un lado estoy contento, tengo ganas de irme y
de adaptarme rápido al fútbol de México, pero por otro me pone triste dejar a mis afectos”,
reconoció.
En tanto, el defensor Maximiliano Velázquez se desvinculó de Lanús y
firmó contrato por tres años con Independiente y hoy entrenará con sus nuevos compañeros.
Los dirigentes también apuran la contratación del mediocampista Roberto Battión, que ayer
faltó al entrenamiento de Banfield para presionar por su transferencia a Avellaneda.
Otro jugador que podría llegar en los próximos días es el lateral Carlos Araujo, actualmente
en el AEK de Grecia, donde tiene contrato por dos años más, pero las dificultades económicas que
afectan a ese país hacen que el futbolista quiera retornar a Argentina. Si no prospera esa
negociación irían por Hugo Ibarra, quien quedó libre de Boca.
Además, Garnero ya pidió un reemplazante para Gandín y el que más chances tiene es el
delantero de Chacarita Facundo Parra.