Dos hombres que están procesados por el asesinato de un policía fueron indagados el viernes pasado por atentados cometidos contra dos farmacéuticos ocurridos a principios de 2013, ataques por los cuales a su vez dos empresarios de ese rubro están detenidos como ideólogos. Los dos imputados casi no hicieron manifestaciones sobre ambos hechos y continuarán en la cárcel.
Pablo Andrés Peralta y Hernán Núñez fueron convocados por la jueza de Instrucción Alejandra Rodenas bajo el señalamiento de que fueron ellos los ejecutores materiales de dos atentados.
Uno se registró el 5 de febrero del año pasado en Tres de Febrero al 1000 cuando un médico llamado Omar Ulloa, que es dueño de la cadena Farmavip, fue atacado a golpes de puño y con la culata de un arma de fuego dentro de su consultorio.
Las mismas personas que cometieron esa intimidación al salir de la clínica mataron de un tiro en la cabeza al policía Carlos Dolce que los redujo al advertir que iban armados. Cuando estaban en el consultorio le advirtieron a Ulloa que desistiera de su idea de abrir una farmacia en San Lorenzo y Maipú.
Hecho previo. A Peralta y a Núñez se les atribuye un hecho previo ocurrido una semana antes, cuando Daniel D. B., dueño de la farmacia de Sarmiento al 600, fue atacado allí por tres personas con un arma blanca que le provocó tres heridas, a la vez que recibió golpes de puños y puntapiés, que lo incapacitaron laboralmente por algo menos de un mes.
“Dejate de joder que te vamos a hacer cagar”, le gritaron los agresores mientras escapaban de lugar en un Chevrolet Corsa negro u oscuro, con vidrios polarizados, con chapa oculta o sin colocar.
El auto en el que fueron detenidos Núñez y Peralta a minutos del homicidio del policía Dolce era un Chevrolet Corsa negro con vidrios polarizados.
Escuetos. Frente a la jueza Rodenas el viernes Peralta se abstuvo de declarar. Hernán Núñez solamente se refirió a los hechos que le imputan de una manera muy escueta señalando que no tenía nada que ver con lo ocurrido y haciendo alguna aclaración. No contestó preguntas.
En los días previos la jueza agravó la imputación contra los dos empresarios farmacéuticos detenidos desde agosto pasado como ideólogos de una serie de atentados contra competidores y funcionarios del rubro, así como también del intento de asesinato del abogado Alberto Tortajada, un hecho ocurrido hace dos años.
Los acusados son José Antonio Iborra, de 66 años, y su hijo Juan Pablo Iborra, de 39. Entre 2012 y 2013 eran propietarios de tres farmacias en el centro de Rosario. Les atribuyen haber orquestado una serie de atentados por motivos comerciales.