Chovet.— Unos 170 rollos de alfalfa aparecieron quemados en el
establecimiento rural Manuel Rollán e Hijos de esta localidad. El siniestro ocurrió a pocas horas
de conocerse el fallo favorable de la jueza en lo Laboral María del Rosario Raies, en torno al
recurso de amparo presentado por la empresa para desactivar el piquete de peones rurales frente al
establecimiento "impidiendo la circulación y el libre comercio", según detalló el abogado José
María Cónzoli. Las pérdidas materiales superan los 50 mil pesos.
El martes, y por orden de la jueza Raies, el oficial de Justicia Jorge Bracco
comunicó a los changarines que debían dejar circular vehículos que ingresaran o salieran del campo
de Rollán. Los peones acataron la medida aunque aún siguen apostados frente al establecimiento. Si
bien hizo lugar al amparo, la jueza no se expidió cuanto al fondo de la cuestión, que es la carga
de los silos bolsa por parte de changarines. Punto crucial y detonante de este largo conflicto con
derivaciones policiales.
Marcelo Rollán, uno de los propietarios, se mostró sorprendido por el incidente
y radicó la denuncia en la comisaría de Chovet. Pese a tener sospechas, el empresario no culpó a
nadie hasta el momento. "No tengo pruebas hasta el momento porque nadie vio nada. Eso pasó a las 2
de la madrugada y desde ese momento estuvimos trabajando para controlar el fuego hasta las 6 o 7 de
la mañana", comentó, y agregó: "Sería lamentable que por un fallo judicial sucedan estas
cosas".
El abogado de Rollán, José María Cónzoli, fue más allá y sostuvo "este tipo de
incidentes no hacen más que poner en tela de juicio el Estado de derecho y la prueba es que no se
puede reaccionar adversamente ante un fallo no favorable. Realmente esto es muy preocupante".
Lo cierto es que durante varias horas el cuerpo de bomberos voluntarios local y
la familia Rollán tuvieron que lidiar con el fuego y sólo lograron aplacarlo tras batallar durante
más de cinco horas.
Desmentida. Obviamente, todas las miradas se posaron en la Unión Argentina de
Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), que desmintió terminantemente que algún miembro del
gremio hubiese estado involucrado en el hecho.
"Nosotros no tenemos nada que ver con ese incendio y descartamos que Uatre esté
involucrado", dijo Daniel Angelozzi, delegado de General López, y redobló la apuesta al manifestar
sus sospechas de que "fueron ellos mismos —los propietarios— quienes generaron el
siniestro para involucrarnos".
El dirigente agregó que "esta familia ya tuvo problemas con un campo de maíz que
se quemó, y en aquella oportunidad habían responsabilizado a los transportistas de Chovet. Es muy
sospechoso todo esto ya que siempre tienen problemas con incendios y los culpables siempre son
otros".
Es que en los primeros meses de este año la firma Rollán sufrió la quema
intencional de un lote de 17 hectáreas de maíz a punto de cosechar. Fue en el marco del largo
conflicto entre el campo y el gobierno y durante una medida de fuerza impulsada por las entidades
gremiales del sector agropecuario.
Nunca quedó completamente esclarecido el hecho y surgieron distintas versiones.
Pero la verdad está aún por dilucidarse, y hasta el momento ni aparecieron responsables.