Estacionado en un taller mecánico del extremo oeste de Rosario, efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) localizaron el viernes a la tarde un auto blindado perteneciente a una organización criminal polirubro que tienen bajo la lupa y a la que apuntar a desarticular. Para la ley argentina, tener un auto blindado es similar a tener un arma de fuego, por eso se exige una autorización especial para manejarlo suministrada por el Registro Nacional del Armas. Si bien los hombres de Investigaciones e Inteligencia de la PDI se mostraron herméticos a la hora de particularizar sobre la banda en cuestión, dejaron en claro que la prioridad "era sacar de circulación el vehículo, que era un verdadero fantasma". A pocos metros del auto en cuestión, un Volkswagen Bora color azul francia, fue hallado un fusil de caza estadounidense calibre 7.62 (similar al FAL o a la AK 47) que estaba escondido en otro vehículo. El blindado y el fusil quedaron a disposición de la fiscal de Flagrancia y Turno, Georgina Pairola.
Hace 10 años. Un auto blindado es un elemento que no tiene precio en el mundo del hampa y que sólo una banda de alta gama puede tener, máxime cuando en Rosario no hay talleres que hagan ese tipo de trabajo. Y para una gavilla de peso, perder un auto de este calibre significa un duro golpe. Ayer, los pesquisas consultados recordaron que el último auto blindado capturado en Argentina fue el viernes 27 de agosto de 2004.
La mañana de aquel día Cristian Manuel Muñoz Broudín, alias "El hígado", un reconocido secuestrador extorsivo de 31 años, intentó robar con tres cómplices la sucursal del Banco Galicia de avenida Presidente Perón y Sargento Cabral, en la ciudad bonaerense de San Miguel. El maleante cubrió a disparos la retirada de sus cómplices pero terminó muerto con un balazo en la cabeza. El auto que usó la banda fue un Volkswagen Passat gris y blindado que había sido robado el domingo 21 de marzo de 2004 cuando la misma banda que secuestró y asesinó a Axel Bloomberg tomó como rehén al ejecutivo Guillermo Ortiz de Rozas. Este último fue liberado y declaró en el juicio contra la banda y fue el último registro mediático de una banda que perdió un auto blindado.
Un fantasma. "Este auto era un fantasma". La definición en boca de una fuente calificada sirve para contextualizar el significado en las riberas del hampa de un Volkswagen Bora 1.8 azul secuestrado el viernes a la tarde en un taller del oeste de la ciudad. Según las fuentes, desde principios de 2014 ese Bora apareció mencionado fugazmente en varios hechos delictivos en el departamento Rosario y aledaños. Luego desapareció.
Hace aproximadamente un mes, por "información de calle" (eufemismo a la hora de hablar con las fuentes policiales sobre los datos de los buches) se supo que el auto había salido de circulación por un problema en la caja de velocidades y que estaba en un taller a la espera de ser reparado. Con ese dato comenzó una tarea de ingeniería callejera que el viernes a la tarde dio sus frutos.
Cuando los efectivos de la PDI localizaron el taller pidieron una orden de allanamiento a la fiscal de Flagrancia y Turno, Georgina Pairola. El viernes a las 18 los pesquisas entraron y dieron con el objetivo: el Bora blindado modelo 2005 de 180 caballos y caja secuencial de seis velocidades. Y como frutilla del postre, en otro auto, hallaron un fusil de caza 30-06 marca Marlin de fabricación estadounidense, arma incautada y remitida a Balística de la policía para ser peritada. El calibre del arma, 7.62 (similar al FAL o a la AK 47), es lo mínimo que se puede utilizar para dañar el blindado del Bora.
Revestido. Al inspeccionar el auto los peritos se toparon con que puertas, parantes, techo, baúl y la tapa del capó estaban revestidas con planchas de Kevlar (poliparafenileno tereftalamida), el mismo material con el que se fabrican los chalecos antibalas. Los vidrios también eran blindados y hasta las cubiertas estaban recubiertas con Kevlar. El nivel de blindaje RB3 con que contaba el auto, dijeron las fuentes, brinda protección contra armas de puño como la Magnun 44, escopetas y pistolas ametralladoras UZI o FMK 3 que utilizan munición calibre 9 milímetros.
Datos finos. Sobre el resto de la pesquisa, datos como por ejemplo si el auto fue robado o si se lo blindó legalmente, quedaron dentro del hermetismo de la investigación de una organización delictiva en marcha. Un VW Bora de fábrica tiene un peso de 1.275 kilos. El peso extra del blindaje ronda los 170 kilos en promedio y obliga a algunas restricciones de confort. "Por ejemplo, los vidrios traseros son fijos (no se bajan) y los delanteros sólo descienden 23 centímetros", como describe una de las principales concesionarias de VW en su página web.