La empresa alemana Evonik pondrá en marcha hoy una nueva planta de catalizadores para la producción de biodiesel, en Puerto San Martín.
La empresa alemana Evonik pondrá en marcha hoy una nueva planta de catalizadores para la producción de biodiesel, en Puerto San Martín.
La nueva planta tiene una capacidad de producción anual de más de 60.000 toneladas y proveerá alcoholatos listos para usar como catalizadores en la fabricación de biodiesel a partir de materias primas renovables.
Las nuevas instalaciones atenderán, fundamentalmente, el mercado local y el brasileño.
El responsable para Sudamérica e integrante del comité ejecutivo de la empresa alemana Evonik, Patrik Wohlhauser, anunció a la ministra de Industria, Débora Giorgi, la planta estará en funcionamiento desde hoy.
"Invertimos en Argentina porque queremos aprovechar las oportunidades de éxito a largo plazo que ofrece el mercado sudamericano", señaló el ejecutivo.
En ese sentido, agregó que "siendo mundialmente uno de los principales oferentes de catalizadores para la producción de biodiesel, deseamos seguir consolidando y ampliando nuestra posición".
Wohlhauser destacó que la inversión es una "clara señal" del compromiso de la firma con América del Sur y un indicio de la estrategia puesta en marcha para " poder participar en el crecimiento de la región".
En 2009, la empresa puso en marcha una planta de producción en Mobile (Alabama, Estados Unidos) que tiene una capacidad de 60.000 toneladas por año, desde donde atiende la demanda del mercado norteamericano de biodiesel.
Después de aplicar con éxito la nueva tecnología de producción en Estados Unidos, se construyó una planta del mismo tipo en la Argentina.
Con esta nueva tecnología, los alcoholatos se obtienen en una reacción directa de alcohol y soda cáustica.
Evonik cuenta con otra planta industrial en Niederkassel-Lülsdorf, cerca de Colonia, Alemania. La empresa anunció su inversión en Argentina en marzo de 2011. En ese entonces calculó un desembolso de 30 millones de dólares
Proveedores. Casi en simultáneo, la también alemana Basf anunció la construcción en General Lagos una planta de metilato de sodio, que tendrá una capacidad de 60 mil toneladas. Ambas inversiones fueron anunciadas en momentos que se prevé que en América del Sur se producirá el 20 por ciento de la demanda anual de biodiesel.
La industria del biodiesel tuvo un crecimiento vertiginoso en la Argentina, desde mediados de la década pasada. El sector nuclea a las grandes aceiteras que agregan valor a la materia prima, a las grandes productores y exportadoras que deben comprar el aceite, y a un conjunto de pymes que producen básicamente para el mercado interno.
Alerta. El sector invirtió 1.500 millones de dólares durante ese proceso y llegó a exportar 1,5 millón de toneladas anuales. Sin embargo, el negocio no atraviesa su mejor momento. Fundamentalmente porque Europa, el principal destino de las exportaciones argentinas, elevó aranceles al ingreso de biocombustible, para proteger a las plantas del viejo continente.
La Comisión Europea enviará a los Estados miembros de la Unión Europea la propuesta de establecer derechos de importación entre 22 por ciento y el 26 por ciento para el biodiesel argentino. Esta propuesta será votada esta semana y se implementará a partir del día 28 de noviembre.
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