Un joven de 23 años con antecedentes penales por robo fue imputado como coautor de dos violentos hechos ocurridos en los últimos meses en la zona caliente de Roullión y bulevar Seguí. En uno de ellos un muchacho fue asesinado de un disparo en el pecho en Biedma y Solís el 26 de diciembre, y en el otro un joven sobrevivió —se encuentra desde septiembre internado con pronóstico reservado— a ocho disparos que le efectuaron desde una moto en bulevar Seguí y Provincias Unidas.
Hugo Daniel S. aparece en ambos episodios como conductor de los vehículos en los que se movían quienes efectuaban los disparos. Y por uno de los hechos, el ocurrido en diciembre, la tarde del jueves fue detenido el presunto autor material (ver aparte).
Familiares. El pasado 26 de diciembre Andrés Emilio Farías fue arrastrado casi sin vida por un hermano hasta un pasillo ubicado por Juan XXIII (Biedma) entre Rouillón y Martino (Solís). A las 6 de la mañana de ese día una ráfaga de proyectiles perforó el cuerpo del joven de 26 años luego de que le dispararan desde un auto con una pistola calibre 9 milímetros. La víctima, que vivía con su familia en uno de los monoblocks de emblemático Fonavi de Seguí y Roullión, murió en el lugar.
Sobre la motivaciones del homicidio no se pudo reconstruir demasiado, ya que apenas consumado los vecinos y familiares de la víctima optaron por el silencio frente a las averiguaciones periodísticas. Nadie identificó siquiera el auto que trasladaba a los agresores. Apenas algún vecino balbuceó con reserva de identidad que la víctima "era muy buen pibe. Podía ser adicto a las drogas pero no se metía con nadie. El que es terrible es el hermano menor, que es el que lo arrastró por el pasillo para tratar de salvarlo. Pero ya lo habían cocinado a tiros".
La mecánica de ese hecho salió a la luz recién dos días atrás, durante una audiencia en Tribunales en la cual la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro acusó como coautor del crimen a Hugo Daniel S., un joven de 23 años domiciliado en Seguí al 5800 con antecedentes por robo y tildado de picante en la zona.
Fiesta. La fiscal dijo que el hecho se desató luego de una fiesta celebrada en la casa de Hugo a la que habían sido invitados los hermanos Farías. En ese contexto Fabbro expuso que el imputado se arrimó a Andrés y le dijo desafiante: "¿Querés que te peguemos ahora?".
Según la fiscal, "Huguito" —así se lo conoce en el barrio— llamó en medio de la fiesta a un tal Nicolás (sería un joven de 21 años detenido anteayer, ver aparte) para concretar el ataque en venganza de otro que sufrió su mujer.
"Hugo le dijo a Nicolás que mi hermano le había pegado un tiro en el pecho a la mujer de Hugo", declaró en su momento el hermano de Farías, que a partir de la advertencia decidieron marcharse de la fiesta, a pie. A las pocas cuadras fueron interceptados en Biedma y Solís por un Peugeot 206 de Hugo, a quien se lo ubica al volante. También se mencionó con ellos a un tal "Tote". Nicolás iba en el asiento de acompañante delantero y según la pesquisa fue el autor de los disparos que pusieron fin a la vida de Farías.
Con esa distribución de roles, y en base a los testimonios que los sindican así como a tareas de inteligencia, la fiscal le endilgó a Hugo S. la coautoría del homicidio calificado por el uso de arma de fuego.
Ocho tiros. Pero además Fabbro le achacó otro violento incidente a Hugo. Fue el que sufrió César Andrés Maidana EM_DASHaún convaleciente y con pronóstico reservadoEM_DASH el 5 de septiembre de 2015 al ser baleado mientras esperaba la luz verde en el semáforo de Seguí y Provincias Unidas.
Ese día, a las 7.45, el joven salió en su moto rumbo al trabajo con otros compañeros también en motos. Al llegar al cruce de las avenidas apareció otra moto Browser 250 negra con dos ocupantes. Maidana recibió una descarga de al menos ocho balazos grueso calibre. Atravesó un largo período de rehabilitación y, aunque sigue con pronóstico reservado, sobrevivió para identificar a los atacantes.
Ese joven es parte de una familia que sufrió múltiples ataques como secuela de denuncias contra gente vinculada al negocio de la droga en la Vía Honda. Su cuñada fue asesinada en junio de 2015, el padre y un hermano de 14 años también fueron baleados.
"Los conozco del barrio de toda la vida. Mi mamá los denuncia porque venden drogas", declaró en Fiscalía Maidana luego de identificar a Hugo S. como el conductor de la moto y al primo de éste, "Wily" Luna, como el que le disparó.
En un contexto violento y de terreno enlodado por la disputa territorial para asegurar negocios narcos, Maidana recordó que una cuñada suya, Patricia Obregón, había sido asesinada, y le cargó esa muerte a Wily.
"Giles". Entre las evidencias que mencionó Fabbro para acusar a Hugo S. se refirió a un posteo de Facebook dirigido a un familiar de Maidana. "Los estamos carpeando giles, y ustedes duermen", advirtió el imputado exhibiendo fotos de armas de fuego.
Con la acusación conjunta por esos graves hechos, la fiscal recordó la clara sindicación que hizo el hermano de Farías al imputado en el primer hecho y la declaración del propio Maidana en el segundo. "En uno manejaba la moto y en el otro el auto", resumió Fabbro.
Así, pidió la prisión preventiva por el plazo máximo de ley tras acusarlo como coautor de los delitos de homicidio y de intento de homicidio.
"Nunca". Cuando le cedieron la palabra, el acusado se despegó de todo. "Yo nunca fui", dijo, y agregó que trabaja "en blanco en la Central Termoeléctrica de Timbúes como colaborador del delegado de (el gremio de) Uocra".
Sobre la fiesta previa a la muerte de Farías indicó que era "para la familia", que "no estaba invitado". Y reconoció que Wily Luna es su primo, pero que hacía "una banda" que no lo veía.
Respecto a la balacera contra Maidana pidió "que averigüen, yo nuca tuve moto negra Browser", aunque admitió conocer a la víctima. "Estuvimos detenidos juntos en la 19ª", refrescó. "No voy a mentir en nada porque no quiero perder mi trabajo, ni a mi hijo, si no quién lo va a cuidar y a dar de comer", le dijo al juez con el pelo cortísimo, enfundado en una remera deportiva roja, sandalias de goma y bermudas de jeans.
El defensor oficial Juan Ignacio Bazet planteó reparos a la acusación. Dijo que no hay elementos para sostener la culpabilidad (ni huellas ni proyectiles). Remarcó que el señalamiento hacia su defendido no era claro y fustigó la calificación de coautor. Además puso en duda el relato de los testigos de la balacera a Maidana, quienes declararon que los agresores llevaban cascos puestos, lo cual dificulta la identificación.
Sin embargo, el juez Luis María Caterina entendió que las evidencias de la fiscalía fueron suficientes para ordenar la prisión preventiva sin plazos para Huguito.