El líder de la CGT oficialista, Antonio Caló y dirigentes que conforman la conducción de la central obrera se reunieron ayer con el jefe de Gabinete Jorge Capitanich y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, a quienes reclamaron la actualización del impuesto a las ganancias, pero también les plantearon la preocupación que reina en la industria por las suspensiones y despidos en las plantas de los sectores metalúrgico y automotriz.
El encuentro se desarrolló en medio de un fuerte hermetismo y el dirigente de la CGT, quien asistió junto al secretario adjunto, Andrés Rodríguez; el secretario gremial, Omar Viviani, y el número dos del Smata, Mario Manrique—se retiró sin realizar declaraciones y evitando el contacto con los periodistas, lo que se entendió como una señal poco alentadora sobre la posibilidad de que el gobierno atienda un cambio en el tema de ganancias.
Anoche se desconocía en detalle si los gremialistas lograron llevarse alguna promesa concreta del gobierno para solucionar los problemas planteados, en medio del fuerte malestar que va ganando terreno en el sindicalismo por la pérdida del poder adquisitivo y las dificultades para mantener los puestos de trabajo en determinados sectores.
Si bien el pedido formal de audiencia fue con el jefe de Gabinete, el deseo original de esta CGT era que la presidenta Cristina Kirchner tuviera el gesto de recibirlos, lo que finalmente no se concretó.
La actualización del mínimo no imponible por el cual a los trabajadores se les deduce el impuesto a las ganancias y los problemas en los sectores metalúrgico y automotriz (se habla de diez mil suspensiones y dos mil despidos) estuvieron al tope de los reclamos.
Los dirigentes de esta CGT, la más cercana al gobierno, concurrieron a la reunión con pocas expectativas debido a la falta de señales del Ejecutivo tendientes a avanzar con cambios en el gravamen que afecta a aquellos que perciben salarios superiores a los 15 mil pesos.
Audiencia con la CTA. Poco antes del encuentro, la CTA oficialista conducida por Hugo Yasky anunció que también será recibida por el jefe de Gabinete en una audiencia que se realizará mañana en la Casa Rosada, también con Ganancias como tema central.
Desde la CTA de Yasky afirmaron que el impuesto, tal cual está configurado, "representa una injusticia y hay que modificarlo para que sea un impuesto a los altos ingresos".
Desde esa central sindical también reclamarán el "no descuento del aguinaldo de lo que corresponde al pago del impuesto".
La central alineada con la Rosada exhortó a "propiciar el debate sobre la necesidad de una amplia reforma del sistema tributario" porque el país "necesita avanzar con un sistema tributario por el cual quienes más tienen más paguen". También alertó sobre "la necesidad de la equiparación de las asignaciones familiares en todo el país", ya que "hay desigualdades que desnaturalizan el acceso a un derecho que tiene que ser universal". También pidió la "convocatoria al Consejo del Salario y puesta en funcionamiento de la Comisión de Empleo" para establecer en ese ámbito tripartito "un sistema de monitoreo permanente de la evolución de la conflictividad laboral".
Acuerdo de algodoneros
La Federación de Trabajadores del Complejo Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines acordó ayer un aumento de 35% a partir de julio para los obreros que trabajan en el cultivo algodonero, un reclamo que había derivado en un paro de siete días al que se sumaron en solidaridad los trabajadores aceiteros. Al acuerdo se sumará una gratificación extraordinaria de 1.000 pesos en una sola cuota y el retroactivo por el 31% de los salarios de abril, mayo y junio.