La implementación de licencias no automáticas para la importación de
determinados productos fuertemente afectados por la llegada al país de mercadería a costos
inferiores que los producidos localmente está dando buenos resultados en un sector de la industria
argentina. Este incipiente proceso de sustitución de importaciones no se manifiesta con la
intensidad de la salida de la convertibilidad, entre otras cosas por el condicionamiento que impone
la crisis financiera internacional, pero abre un escenario alentador para algunos rubros, como
textiles, calzados, juguetes y electrónica.
Frente a la polémica desatada entre sectores importadores y sustitutivos frente al fenómeno de
la caída en el volumen de productos que llegan del exterior, la Fundación ProTejer fue la primera
entidad sectorial que salió a exhibir los beneficios de la administración del comercio. Una
encuesta realizada entre 120 empresas textiles arrojo como resultado que en julio hubo una
recuperación de las ventas. El 32 por ciento de los consultados opinó que el principal determinante
del aumento fue el desplazamiento de los productos importados.
"Luego de haber atravesado un primer cuatrimestre de 2009 con una caída en el nivel de actividad
de hasta un 30 por ciento respecto al mismo período del año pasado, hoy se observa una reanimación
especialmente en la producción de artículos vinculados al proceso de sustitución de importaciones",
afirmó la entidad.
El presidente de la Fundación Pro Tejer, Pedro Bergaglio, destacó que "la efectividad de las
licencias no automáticas de importación aplicadas a la industria textil y de indumentaria para
controlar las operaciones de importación en condiciones desleales fue notable porque permitió el
mantenimiento de los 460 mil puestos de trabajo directos generados por la cadena de valor".
Un informe de la Subsecretaría de Política y Gestión Comercial del Ministerio de Producción de
la Nación enfatiza que la disposición de barreras aduaneras a los productos externo está
motorizando un proceso de sustitución de importaciones en la actividad textil. Para los técnicos de
la Subsecretaría, el repunte de la industria textil se manifiesta en nuevas inversiones, reapertura
de establecimientos y restitución de turnos de trabajo.
Por su parte, la Cámara de la Industria del Juguete reveló que entre mayo y junio con las
licencias no automáticas se permitió el ingreso de importaciones sólo por 30 millones de dólares,
que no afectaron a la actividad interna.
También la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas
(Cadieel) expresó su satisfacción por la aplicación de licencias no automáticas de importación.
"Estas licencias nos permiten evitar la competencia desleal por parte de países con economías
fuertemente subsidiadas o que practican el dumping social, y que hoy a raíz de la crisis
internacional intentan colocar sus excedentes en el mercado internacional", explicó el titular de
la comisión de Comercio Exterior de Cadieel, Osvaldo Targon.
En el mismo sentido se manifestaron empresarios metalúrgicos y de sectores de la cadena del
cuero. La Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Admira) afirmó que "la
política llevada a cabo por el gobierno en materia de importaciones en este contexto internacional
preserva a la industria nacional, que no podría competir con precios de dumping generados por los
sobrestock de la crisis mundial".
Para la entidad, cuyas importaciones representan el 65 por ciento del déficit en la balanza
comercial, "las licencias no automáticas son una forma inmediata y efectiva de preservar el mercado
interno, ya que se aplican a productos que compiten con los de fabricación nacional".
En tanto, el titular de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), Alberto Sellaro, y su par
de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines (Cima), Raúl Zylbersztein
coincidieron en que "la industria nacional está más firme que nunca".
"Con las licencias no automáticas las importaciones cayeron a la mitad", aseguró el titular de
Cima. Zylbersztein manifestó que "desde el 2003, cuando comenzó la recuperación económica, las
pymes fueron las que tomaron personal".
"De cada cuatro empleos que se generaron, tes fueron en una pyme", apuntó.
El titular de la Cámara del Calzado manifestó que por la crisis interna que se desató en el país
por el conflicto con el campo y la crisis financiera internacional, "el consumo bajó sobre todo en
aquellas zonas donde la economía está directamente relacionada al sector agropecuario".
Claudio Kramer, gerente de Cadieel, recordó que "hace dos años la Argentina tenía a lo sumo 20
posiciones arancelarias en las que se implementaba la licencia no automática".
Cuando se desató la crisis internacional, "todos los productores de bienes a nivel mundial
vieorn disminuida su demanda y por lo tanto tratan de recolocar su producción en destinos no
tradicionales". Eentonces, la presión de la importación fue importante.
"Los socios exportadores de Cadieel también vieron que colocar su producción se estaba poniendo
difícil porque la mayor oferta y la mayor cantidad de competidores no tradicionales", indicó, al
tiempo que remarcó que en el último tiempo se registró una caída de la demanda de entre el 20 y 30%
como consecuencia de la retracción del consumo.
Como defensa del instrumento aplicado por el gobierno señaló que es un
mecanismo que está considerado en los acuerdos internacionales. "En nuestro sector entró en
vigencia en agosto así que todavía no podemos dimensionar cómo será el impacto, pero creemos que el
escenario futuro será mejor para las industrias argentinas", subrayó el referente del sector al que
se aplicarán licencias no automáticas para balastos, transformadores, grupos electrógenos,
centrales telefónicas, fusibles, seccionadores, bornes y aisladores, entre otros.
No obstante, Kramer considera que las licencias automáticas no son una
solución mágica, considera que existen otros temas que podrían aportarle mayor competitividad a la
actividad. "La carga impositiva es un tema que no se puede negar, seguimos con el impuesto al
cheque y la obligación de pagar derechos de exportación cuando exportamos con alto valor agregado
cuando en la mayoría de los países no se grava sino que se favorecen", resumió.
Promoción fueguina
También el presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas de
Electrónica (Afarte), Alejandro Mayoral, se pronunció a favor de limitar las importaciones. El
sector, además será beneficiado si se aprueba el proyecto de ley que reduce impuestos en la
producción de artículos electrónicos en la provincia de Tierra del Fuego. El directivo aseguró que
permitirá sustituir "trabajo importado por trabajo nacional".
El proyecto de ley, que el miércoles recibió media sanción en la Cámara de
Diputados y ya fue girada al Senado, apunta a reducir impuestos internos para la producción de
artículos electrónicos en la provincia de Tierra del Fuego y aumenta el gravamen para los
importados.