El concejal socialista Miguel Cappiello salió ayer al cruce de sus pares que solicitan la suspensión de la ordenanza, aprobada la semana pasada, que prohíbe estacionar en diez calles del centro de Rosario. Y recordó que "algunos de los ediles que hoy se oponen, en noviembre pasado declararon estar a favor de restricciones, incluso más profundas".
Cappiello se refirió a la importancia de la construcción de consensos en torno a medidas "que constituyen alternativas que buscan cuidar a los comerciantes de otras más severas, como el cierre total del ingreso al microcentro de vehículos particulares, algo que propusieron en sus campañas otros concejales, que hoy se oponen". Y recordó que en 2011 Roberto Sukerman (FpV) propuso cerrar el microcentro, opción que el socialismo rechazó.
El jefe del bloque oficialista también apuntó al radical Jorge Boasso: "Tuvo actitudes similares con la implementación de los carriles exclusivos. A pocos días del debut, pidió suspender la iniciativa por 90 días. Si el municipio no se ponía firme y avanzaba, podría haber peligrado la aplicación de una medida que hoy beneficia a más de 280 mil rosarinos por día, a los que les ahorra hasta 30 minutos de viaje".
"Hay que avanzar, sabiendo que estas medidas cuidan a los comercios y sin permitir que se saque provecho de la polémica. Debemos pensar en los vecinos de la ciudad", manifestó Cappiello.
Asimismo, el edil enfatizó que "el parque automotor creció significativamente en los últimos años y hay que democratizar el uso del espacio público si se pretende una mejor convivencia en el área central".
Cappiello aclaró que no se prevé que la restricción provoque un impacto significativo en la actividad comercial, "como tampoco ocurrió con los carriles exclusivos".
Luego recordó que en la Capital Federal no sólo esta prohibido estacionar sino que tampoco se puede circular en el microcentro. "Y no hubo bajas en las ventas", concluyó.
