El brutal crimen de una adolescente de Rufino cuyo cuerpo fue hallado enterrado en el patio de la casa de su novio conmueve a esta comunidad del departamento General López, ubicada a unos 270 kilómetros al sudoeste de Rosario.
El brutal crimen de una adolescente de Rufino cuyo cuerpo fue hallado enterrado en el patio de la casa de su novio conmueve a esta comunidad del departamento General López, ubicada a unos 270 kilómetros al sudoeste de Rosario.
Chiara Páez, de sólo 14 años, se encontraba desaparecida desde el sábado y su intensa y desesperada búsqueda tuvo el peor final al aparecer su cuerpo sin vida el domingo a la noche, presuntamente por un joven de 16 años, con quien mantenía una relación sentimental desde hacía un tiempo.
Si bien no se descarta ninguna hipótesis, el homicida habría tomado la drástica decisión de quitarle la vida al contarle la chica que estaba esperando un hijo suyo.
El sospechoso confesó ser el autor del hecho poco antes de ser detenido, en el marco de un allanamiento, junto a cuatro adultos de su entorno familiar, y quedó a disposición del Juzgado de Menores de Venado Tuerto.
Además de su novio, Manuel M., de 16 años, están detenidos la madre y los abuelos maternos del chico, y otra persona mayor de edad de quien se ignoran mayores datos, pero que vive en la casa del adolescente donde se halló el cadáver y según trascendió sería la pareja de la madre del joven.
"Consideramos que el joven es el principal sospechoso en la autoría de la muerte de ella", indicó el fiscal de la causa, Mauricio Clavero, para luego aclarar que el resto de las personas fueron apresadas para "determinar sus responsabilidades".
Muerta a golpes. Asimismo reveló que la autopsia confirmó que la adolescente de 14 años "fue muerta a golpes de puño, que recibió en la parte superior de su cuerpo, especialmente en la cabeza y rostro, así lo señala el informe realizado por el equipo médico forense de Venado Tuerto".
Ayer, en horas del mediodía, se llevó a cabo una inspección ocular en la casa donde fue hallado enterrado el cadáver de la víctima. La medida se concretó bajo la supervisión del juez de Menores de Venado Tuerto, Javier Padro, y de la jueza de la Investigación Penal Preparatoria, Lorena Garini.
No obstante, el subsecretario de Protección Civil provincial, Antonio Moyano, dijo que "por la contextura física de la persona que está muerta y por el lugar donde estaba enterrada era prácticamente improbable que este trabajo lo pudiera hacer una sola persona".
El embarazo de Chiara —si bien había sido revelado por sus familiares— fue confirmado tras la autopsia que se practicó en Venado Tuerto para establecer las causas del deceso.
El cuerpo de la chica fue sepultado en el patio de la casa de su novio, ubicada en San Martín al 800, donde funciona un taller de herrería.
Lo llevó el padre. Cabe recordar que el novio de Chiara antes de ser detenido se había presentado el domingo a la noche a declarar en la Fiscalía llevado por su padre, un agente policial que está separado de la madre del menor. Los cinco detenidos fueron trasladados a Venado.
En la búsqueda para hallar a la chica colaboraron más de 300 vecinos y, según trascendió, los investigadores direccionaron sus sospechas hacia el menor, ahora detenido, al advertir un comportamiento extraño en las entrevistas que le realizaron en torno a la desaparición de su novia.
“Al conversar con el fiscal sobre la conducta psicótica que tuvo al no mostrar sentimientos nos hizo dudar”, indicó Moyano, para luego especificar que “cuando se hace el cerrojo sobre la manzana el chico se quiebra y confiesa que el cadáver estaba allí”.
Tras la excavación concretada con la asistencia de perros entrenados, personal de Fiscalía, de la Intendencia, policías y bomberos fue hallada el cuerpo la menor.
“Estaba en posición fetal dentro del pozo —de unos 80 centímetros— que fue cubierto meticulosamente con chatarrería y elementos que había en el patio”, dijo el fiscal. La chica tenía un embarazo de aproximadamente un mes y medio.
Horas previas al hallazgo. En la madrugada del domingo Chiara fue vista por última vez con vida. Desde entonces, su madre comenzó a buscarla y realizó la denuncia en la comisaría. Se tomaron declaraciones de vecinos y conocidos de la joven, entre ellos el novio.
La Justicia ordenó un rastrillaje con perros adiestrados, que marcaron la casa del novio de Chiara, en San Martín al 800, de Rufino, donde finalmente, en un patio, se halló el cuerpo de la adolescente enterrado. “Al chico le habíamos tomado cuatro declaraciones y siempre había mantenido el mismo discurso, pero había algo que no nos cerraba, por eso volvimos a empezar a investigar por el lado del muchacho”, agregó un investigador.
Producción periodística: Gustavo Orellano, Carlos Pulvirenti y Ubaldo Mauro.