Griselda Di Lisia tiene 34 años y un emprendimiento familiar que consiste en el cultivo de hongos comestibles. Ella recibirá este año el crédito del Promufo. Con esto pretende adecuar el producto para comercializarlo en todo el país.
Griselda Di Lisia tiene 34 años y un emprendimiento familiar que consiste en el cultivo de hongos comestibles. Ella recibirá este año el crédito del Promufo. Con esto pretende adecuar el producto para comercializarlo en todo el país.
Cuando le faltaba poco para recibirse de técnica en control bromatológico decidió iniciar un emprendimiento con su familia. "Optamos por el cultivo de hongos porque era lo más accesible", comenta.
Lo primero fue asistir a una capacitación en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) de Castelar (Buenos Aires) y en 2006 hizo los primeros ensayos. "Empezamos a vender hongos frescos y luego envasados y deshidratados con el valor agregado de prepararlos sin conservantes", cuenta.
De a poco el producto comenzó a exhibirse en fiambrerías de su barrio y en las ferias del parque Norte. Pero siempre dentro del ejido local.
A partir del curso de la Municipalidad aprendió a presupuestar, sacar costos y ver la vialidad del proyecto. "Sobre todo me saqué muchas dudas para saber manejarme con la inflación", reconoce.
Las ideas están en marcha, ahora espera cobrar cuanto antes el crédito que permitirá ampliar las miras de su pequeña empresa que promete crecer.