Hizo el esfuerzo pero el hombro no lo dejó seguir

“El hombro que me operé hace seis meses no me respondió bien. Y así no puedo competir al nivel del circuito ATP. Es un día difícil porque estoy diciéndole adiós a una actividad que me dio tantas cosas. El tenis es el deporte que me dio todo”, dijo un apesadumbrado pero seguro David Nalbandian, al momento de exponer los motivos de su adiós a los 31 años, en una conferencia de prensa brindada ayer por la tarde en el predio de La Rural, en Buenos Aires.

La demora por su regreso a las canchas lo hacía prever, pero en el entorno del cordobés nadie se animaba a confirmar que la última doble operación de hombro y cadera podría poner fin a su carrera como tenista profesional. Las cirugías que les realizó el español Angel Ruiz Cotorro no alcanzaron para devolverlo a las canchas en óptimas condiciones.

Por eso, ya en tren de ex jugador, Nalbandian dijo que no se arrepentía de nada de lo que hizo en su carrera y que “las imágenes que más me hacen lagrimear son las de Copa Davis. Esa pasión de la gente y el clima no lo viví en otro lado. Hasta el final di todo, me entrené con los chicos antes de que fueran a Praga, pero no llegué”.

“La Davis es una espina que no se pudo cumplir, pero se dio así. Faltó ganar dos puntos y nada más. Estuvimos muy cerca por muchos años. Argentina peleó siempre cuartos, semifinales o la final, algo que no pasaba desde Vilas y Clerc. Ganamos series muy duras y lamentablemente nos faltó dar la estocada final”, recordó.

“Si veo en mi carrera, la Davis es lo que más disfruté. Aunque no puedo dejar de acordarme de la final de Wimbledon 2002, porque fue un gran salto para mi carrera. Estaba 32º o 33º en el ranking y salté al top ten, donde me mantuve por años. Y tampoco dejo de lado haber podido jugar el Masters de Shangai”, añadió.

¿Y ahora? “Esto es demasiado reciente y duro como para pensar en qué voy a hacer. No puedo pensar en si algún día quiero ser capitán de la Davis. Por ahora sigo enfocado en recuperar el hombro para la exhibición y disfruto de mi familia, de mi mujer y de mi hija”.