Un hombre encontró en el garaje de su casa una bomba de 250 kilos, de fabricación alemana, que no llegó a explotar hace 69 años, durante un bombardeo de la Guerra Civil española.
Un hombre encontró en el garaje de su casa una bomba de 250 kilos, de fabricación alemana, que no llegó a explotar hace 69 años, durante un bombardeo de la Guerra Civil española.
El hallazgo sorprendente se produjo hace dos semanas, cuando el hombre, que no fue identificado por las autoridades, realizaba obras en su domicilio, en la localidad madrileña de Morata de Tajuña.
"Cuando acudimos al lugar, se pudo comprobar que la bomba era de unas dimensiones considerables. La carga explosiva estaba intacta y bien conservada y nos vimos obligados a detonarla en un lugar apartado", explicó el agente responsable de desactivación de explosivos de la Guardia Civil.
El agente, quien pidió el anonimato por razones de seguridad, aseguró que la bomba era un modelo SD-250 alemán, con más de un metro de altura y dos dispositivos que permitían proyectar la metralla a más de un kilómetro de distancia.
"La Guerra Civil sirvió como laboratorio de pruebas para la II Guerra Mundial. Por eso, no es difícil encontrar material bélico de todos los bandos, tanto alemán como soviético o inglés, por ejemplo", precisó.
A pesar de que el conflicto finalizó en 1939, el recuerdo de la guerra no sólo pervive en la memoria de los familiares de los miles de fallecidos y desaparecidos sino también en la tierra. "Encontramos algún objeto relacionado con la guerra cada tres días", manifestó el agente.
De hecho, según la Guardia Civil, en los últimos cuatro años, se han desactivado cerca de 600 artefactos de aquella época sólo en la región de Madrid. l (AP)