Gustavo Corvalán tiene grandes proyectos. "Si voy a cualquier lado fuera del país, quiero que me digan, «Representando a Argentina llega Gustavo Corvalán»", confiesa convencido. Pero, además, este rosarino, ganador de "La voz argentina", no olvida sus raíces: cuando nombra a sus ídolos y recuerda a su maestro de canto, vecino de su casa en Casiano Casas al 1800, y la gimnasia sobre el escenario que adquirió junto a su grupo, sin olvidar a "cantineros y peñeros". Y aclara sin dudar que su mayor referente en la música es santafesino: "Mi ídolo más grande, que lo escuché de chiquito, es Sergio Torres". El sábado próximo el cantante de 24 años tendrá su debut solista, junto a músicos invitados, y una platea con público de varias provincias que asistirá al lanzamiento de su primer single, "Hoy por fin serás mía", y adelanto de su primer disco que muy pronto saldrá a la venta con el respaldo de una discográfica internacional.
—Voy a presentar una de las canciones que estará incluida en el disco que estamos grabando y pronto estaría terminado. Voy a cantar lo que canté en "La voz argentina". Será un show de una hora y media, con banda en vivo de Rosario e invitados. Estará Antonio Salvatore, que hizo conmigo la batalla de Neuquén; Victoria Escudero, que también participó del programa; Gerardo Bautista, que es pianista y el hijo de María Elena Sosa, y un invitado muy especial. Vamos a revivir lo que se vivió en el programa, con las canciones que canté desde mi primera audición a ciegas, hasta la última que fue "A puro dolor", alguna canción mía que la gente no conozca, como un tema que le escribí a mi hijo. Será muy variado, va a haber un poco de folclore que es lo que me gusta mucho, y también lo latino. Viene gente de todos lados, de Mar del Plata, Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires. Es un show mío y eso es un gran desafío.
—Está en proceso, tengo muchas ideas y me gustaría variar muchísimo. Me gustaría que sea como en el programa, que lo siguió toda la familia. Si bien la idea es grabar temas nuevos, también habrá canciones mías. Queremos grabar algo popular. Me encantaría hacer algo así. Estamos trabajando mucho y saldrá a nivel nacional.
—¿Qué te inspira para escribir una canción?
—Tengo escritas tres o cuatro canciones que presenté a la compañía para ver si les gusta, y las grabé. Pero tengo momentos para escribir. Tener a mi hijo fue un momento muy lindo que me inspiró. Y hace poquito nació mi hija, así que dentro de poco le tendré que escribir una canción (sonríe). Me sale espontáneo, me sale del corazón escribir.
—¿Qué responsabilidad sentís al tener una compañía que respalda tu trabajo?
—Haber estado en el programa de "La voz argentina" fue una experiencia única y de aprendizaje de muchísimas cosas, pero hoy siento muchísima responsabilidad. Tengo una compañía que me está respaldando muy bien y además presento mi primer disco a nivel nacional, que me va a llevar a todos lados de este país y porqué no afuera. Creo que tener exigencias está bien porque te pone al nivel de lo que uno está trabajando. Imaginate que si no me muevo, no hago nada, medio que no les serviría. Entonces sí, la verdad es que tengo que trabajar duro.
—Cantás desde los 10 años, el proceso de "La voz argentina" empezó en marzo pasado. ¿Qué pensás del reconocimiento súbito, cuando no siempre el esfuerzo y los años te llevan al lugar que vos te ganaste?
—Lo dije en el programa, que yo en realidad no fui a buscar fama, si bien eso venía solo. Creo que uno tiene que saber llevarlo cuando empieza a ser reconocido. Fue un programa que fue un éxito casi todo el año, en el que te ven los martes, jueves y domingos, y eso te hace reconocido. Pero en realidad yo quería trabajar de lo que más me gusta que es la música. Es una gran ayuda haber salido tanto en la tele. Creo que fue un gran cambio con lo que venía haciendo, y tener este tipo de posibilidades es para aprovecharlas al máximo, disfrutarlas y poder trabajar bien.
—Hubo ciclos de los cuales también salieron grupos que fueron exitosos. ¿Te preocupa la continuidad?
—Lo que sé de los que salieron de los realities tampoco quedaron en la nada. Imaginate que en ese momento no había tantas redes sociales y la gente no podía seguirlos tanto, y hoy en día sí. Pero también yo voy a poner lo mejor de mí para seguir trabajando en esto, apareciendo o no en televisión, y encargarme bien de mi futuro con este respaldo que tengo ahora. Si el destino dice que tengo que desaparecer un poco y la gente no me va a estar reconociendo, mientras yo esté trabajando bien, no me preocupa tanto. Pero si esto se terminara de una vez y tuviese que volver a vivir como antes, creo que sería muy diferente.
—¿Qué cambia ahora que probaste la fama?
—No pienso en la fama. Pienso que estoy haciendo lo que más me gusta hacer y lo comparto con muchísima gente. Donde voy el cariño es re grande. He conocido lugares del país que jamás creí que iba a ver y el recibimiento es hermoso. No tiene explicación lo que uno siente cuando la gente se acerca, te agradece y te saluda, o te dice que escucharte les brinda paz. Eso es fuerte, vale mucho más que lo que uno gana.
—¿Cuál pensás que fue tu carta ganadora en el programa?
—Creo que, más allá del talento, tuvo mucho que ver mi historia de vida y estar representando a una familia en el programa. Imaginate que trabajaba en la construcción. Hay muchísima gente que trabaja en la construcción. Es un trabajo re digno y lo valoro porque es muy sacrificado. Creo que veían que era una persona normal que estaba haciendo algo diferente, que representaba a una familia. Y el mensaje, a donde voy, es, siempre, que sí se puede, que yo lo logré, que el que quiere luchar por algo que se lo proponga con todo. Con un buen apoyo de la familia, se puede lograr.
—¿Quiénes son tus ídolos?
—Creo que los que me llevaron a ser así. Desde que estoy en la música he recorrido muchísimos lugares y tengo muchísimos amigos de cantina, de peñas, y es muy importante mi profesor que me enseñó y me guió, en canto y como persona. Cuando tenía 12 años llegué a la casa de Jaky Pereyra, que vivía a una cuadra de mi casa. Me llevó un amigo porque a los 10 años tocaba la guitarra, pero la voz me salía muy ronca. No me cobró nada y me dijo que me ayudaría. El y su mujer hoy son como mis viejos. Yo cantaba en lugares donde iban muchas familias, casi nunca en boliches. Hacíamos tango, melódico, fox trot, baladas, pasodobles, folclore, cumbia y les gustaba a todos. Estuve en cantinas con mi grupo anterior, en las que estábamos toda la noche, con tres entradas de 45 minutos. Me relacionaba muchísimo con la gente. Eso me ayudó, más las enseñanzas que tuve de mis amigos cantineros y peñeros.
—¿Y tus referentes de la música?
—Mi ídolo más grande, que lo escuché de chiquito, es Sergio Torres. Mi familia lo seguía y me inculcaron ellos su música. Lo empecé a seguir por mi cuenta y cumplí el sueño de poder cantar con él. Fue algo muy grande conocerlo. Después él me invitó a su primer Luna Park. Me sentí muy identificado porque venía del barrio, de abajo, peleándola de muchos años y ha logrado tanto. Además es una gran persona. Después, internacionales, me gusta mucho Marc Anthony, Chayanne, David Bisbal, es muy variado en ese sentido. Y amo el folclore porque fue lo primero con lo que arranqué. Amo a Los Nocheros, al Chaqueño Palavecino, Soledad Pastorutti, Jorge Rojas y Luciano Pereyra.
—¿Cuál es tu objetivo a largo plazo?
—Trabajar muy bien acá, que me empiecen a reconocer, y que les empiece a gustar como artista. Y después me encantaría poder representar a Argentina. Es mi próximo paso. Mi próximo sueño y lo que quiero, es que siendo "la voz argentina" poder salir del país y tratar de dejarlo siempre bien parado en cada lugar donde me presente. Si tengo que ir a Estado Unidos, a Europa, a cualquier lado fuera del país, y que me digan, "Representando a Argentina llega Gustavo Corvalán".
—¿Qué pasaría si tenés que volver a la construcción?
—Volvería, no tengo ningún tipo de problema. Realmente lo que más amo es cantar, pero si tuviese que volver porque no se llegó, no se pudo y no hay otra solución, volvería a trabajar. Lo pude hacer una vez y lo puedo hacer dos veces.
—¿Qué significa dar este recital en uno de los teatros más importante del país?
—Quiero que sea un éxito, porque tener mi primera entrada y de esta manera en un tremendo teatro, con mucha gente que quiere estar y no lo logra, es una responsabilidad, un orgullo y lo más lindo que me puede pasar. Es muy hermoso poder arrancar en Rosario de esta manera.
—Podés ser profeta en tu tierra...
—Ojalá (sonríe).