Escuchar a Gillespi responder al saludo con un “¿Cómo te va?” es como tener un Aníbal Hugo propio. El trompetista llega mañana a Rosario para presentar “Eso pasó ayer - Abducciones ‘98 ‘08”, un material compilatorio que mostrará puntualmente a las 22 en un Willie Dixon (Suipacha y Güemes) que lucirá su versión intimista, con sillas y mesas. A través de una comunicación telefónica complicada, subsanada con buena voluntad y humor, Gillespi, mientras fumaba un habanito, detalló su labor.
—¿Sobre qué ejes se organizó la compilación?
—El disco es la resultante de las preguntas de la gente en los últimos años, por internet, en la radio Rock & Pop (donde conduce el programa “Falso impostor”) o en el blog que tenía, sobre mis discos anteriores.
Se corta la comunicación. A darle al dedito de nuevo. Ring, ring. “Me contabas del disco”, inquiere el cronista. “Sí, ¿dónde quedamos, en buenas tardes?”, bromea Gillespi. Se retoma la conversación.
—El disco sale de una reunión que tuve con la Sony Music. Yo saqué con ellos “Gillerama” (2009), un disco original. Y en algún momento hablamos qué íbamos a hacer con mi material anterior. Yo tengo todos los derechos de esos trabajos. Son discos independientes, discontinuados. Le ponía energía al hacerlos, los seguía dos o tres meses y después había que distribuir, reponer y que se yo. Y perdía la brújula. Y cuando había que hacer una inversión para hacer discos de nuevo, mi energía y mi dinero los ponía para financiar el próximo. Y el que lo había comprado bien y el que no... De ahí pensamos reeditar todo el material remasterizado para que suene más actual.
—Hablábamos de los ejes de la compilación...
—Finalmente me pareció que de los cinco discos era mejor hacer uno que contuviera algunos de los highlights, para decirlo de alguna manera, porque nunca tuve un puto hit. La idea fue elegir los que más me gustaban, un par de cada uno, y después agregarle algunas cosas inéditas o versiones alternativas. Esto era posible porque yo me había quedado con los multitracks (masters) y nos empezamos a juntar con (el sonidista de Spinetta, Serú Girán y Los Redondos) Gustavo Gauvry. Con él encontramos algunas tomas alternativas de los músicos y empezamos a remezclar. Así, de repente, aparecieron instrumentos que no estaban y otros desaparecieron. Para el que no me conoce es un buen disco para saber hasta dónde puedo llegar.
—¿Meto la pata si digo que el jazz es tu gran inspiración?
—Sí (piensa), el jazz...
—¿Sí meto la pata?
—No, no. El jazz para mí es la música que me acompaña en los momentos de tranquilidad en mi casa. Me gusta escuchar discos de jazz, así como me gusta escuchar rock sinfónico, Yes, King Crimson, o clásicos, The Beatles, Pescado Rabioso, Invisible, Sumo...
Se corta la comunicación again. A darle de nuevo al dedito. Ring, ring. “Usted se ha comunicado con la casilla de mensajes...”, dice una computadora. Chau, se pudrió la entrevista... otra vez al dedito. “¿Hola?”. Cuando el alma vuelve al cuerpo se reanuda el diálogo.
—Rock sinfónico, clásicos, ¿qué más escuchás?
—Soy un loco de la música negra, del soul, también me gusta la música disco, como Earth, Wind & Fire. Mis influencias son muchas. Y lo que puede parecer que como mi propuesta no es cantada, es musical, todo suena a jazz. Pero la verdad es por momentos rockeamos bastante con la banda, a veces con la furia que hay en el escenario parecemos Divididos, pero sin cantante.
—¿Sos el único que consiguió que una trompeta quede al frente de una banda de rock nacional?
—Soy un tipo de una humildad... sospechosa. No me gusta decir que soy tal o cual cosa, pero lo que decís es atinado. No hay material de un trompetista en esa línea. Pensaba en mis colegas y se han dedicado al jazz puro. Hugo Lobo puede ser, pero no es solista, forma parte de Dancing Mood. Es cierto, acá no hay una fila de caños, la trompeta es la que manda. Soy un frontman con trompeta, me comunico con la gente, llevo el concierto y estoy paradito ahí.
—¿Volvés a la televisión?
—Con (Alejandro) Dolina estuvios haciendo un programa para el canal Encuentro que se llamó “Recordando El show de Alejandro Molina”. fue una muy buena experiencia y capaz que hagamos para el año que viene una cosa parecida. También tengo una propuesta para hacer algo con el Gordo (Diego) Bonadeo. Estamos pensando en un programa de una vez a la semana a la noche tarde (como el mítico “Orsay”).
—¿Habrá más libros?
—Estoy escribiendo uno nuevo después del libro de sexo de este año. En joda, por supuesto. Y ahora viene uno sobre tecnología. Escribo libros sobre cosas sobre las que no tengo ni idea.
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