Unos 40 trabajadores de una empresa de pintura fueron amenazados por un grupo comando de delincuentes que, a punta de pistolas, los redujo en la puerta de la firma y logró alzarse con unos 70 mil pesos que estaban en manos de un encargado y que tenían por destino el pago del salario semanal.
Todo ocurrió a media tarde de ayer en Alsina al 2200, a pocas cuadras de la seccional 13ª. Allí, en un galpón sin identificación alguna, funciona la empresa “Los pintores de Rosario”, una firma dedicada a la prestación de servicios de pintura en edificios y viviendas particulares.
Ayer, como cada viernes, era día de cobro para unos 40 trabajadores que se fueron reuniendo de a poco en la puerta del local. Entonces aparecieron tres motos, que según algunas víctimas habían estado estacionadas en la esquina como esperando el momento del golpe, y cinco delincuentes vistiendo ropas de trabajo de color azul llegaron a bordo de ellas.
Presuntamente con información precisa, y con la rapidez que este tipo de golpes debe tener para no poner en riesgo vidas o bienes, los delincuentes se distribuyeron de inmediato las tareas para lograr su objetivo.
Así, dos de los maleantes se quedaron en la vereda manteniendo a raya y bajo amenazas con pistolas a los trabajadores que esperaban cobrar los pocos pesos por su semana de labor y otros tres se metieron en el galpón donde un encargado de la empresa iba haciendo los pagos.
Bajo vigilancia. “Se quedaron dos vigilándonos en la calle y los otros tres se metieron para apretar al encargado”, dijo uno de los muchachos que se quedó sin el dinero que esperaba para el fin de semana y que habló con la cronista de Canal 5.
Al respecto, otro de los trabajadores comentó que el encargado, cuando llegó, dijo que “los había visto en la esquina y que les resultaban sospechosos, pero jamás pensamos que iban a venir a robarnos así”.
A la hora de brindar su testimonio, el encargado de hacer los pagos en la empresa manifestó que los cinco delincuentes “estaban armados, se manejaron tranquilos y con velocidad y tenían pistolas calibre 9 milímetros bastante nuevas. Eso me sorprendió. Pero no fueron violentos. Me pidieron toda la plata, la levantaron y se fueron”.
Incluso, algunos de los trabajadores se animaron a decir que más allá de que ellos eran muchos más numéricamente, “los ladrones tenían armas y nos amenazaban permanentemente, nos decían que no hagamos macanas. Cualquiera que hubiese reaccionado por ahí teníamos una tragedia”, dijo uno de ellos con gesto de resignación.
Lo cierto es que los delincuentes se terminaron escapando en las mismas motos de alta cilindrada en las que habían llegado llevándose unos 70 mil pesos en efectivo. La denuncia quedó radicada en la comisaría 13ª, ubicada a sólo tres cuadras del lugar donde ocurrió el atraco.