Gran redada que dejó una docena de detenidos

Minutos después de que se perpetrara el atentado contra el domicilio del gobernador, Antonio Bonfatti, la jueza María Luisa Pérez Vara ordenó un amplio rastrillaje que derivó en el control de 239 motos, 142 autos, 128 taxis y 28 colectivos y en los que se demoró a 22 personas. Además, la policía detuvo a otras 12 con causa justificada y allanó domicilios en los que se secuestraron cinco escopetas y dos pistolas 9 milímetros.

Al cierre de esta edición no se descartaban más allanamientos y se trabajaba en la hipótesis de que los cuatro encapuchados que rociaron de balas el frente de la casa del gobernador no eran delincuentes "profesionales". Para reforzar esta línea de investigación remarcaban que la logística con la que contaron dejaba en evidencia el uso de armas antiguas, básicamente calibre 11,25, además de 9 milímetros.

Las fuentes consultadas remarcaron además una seña muy particular que hablaba a las claras de que al menos uno de los atacantes no era un tirador experto: en el lugar se encontró un proyectil intacto. "Esto da cuenta de que quien tiraba accionó la corredera del arma sin terminar de vaciar el cargador, lo que lleva a pensar que no conocía muy bien el manejo de la misma", dijo una calificada fuente de la investigación.

Por otra parte, el gobierno provincial reforzó ayer la custodia policial en torno a la casa del gobernador. En las inmediaciones del domicilio se apostó un móvil de Gendarmería y de la policía santafesina, al tiempo que se sumaron agentes a la custodia personal del mandatario.

No fueron pocos los que le habían sugerido lo mismo a Bonfatti horas después del ataque, cuando encabezó una conferencia de prensa en la sede local de gobernación.

Unas horas después, el gobernador siguió adelante con su agenda, que por estos días de campaña política está por demás de cargada. Fue así que se lo vio encabezar una caminata por las flamantes obras de la Franja Joven del río. A metros, de civil, se pudo distinguir a custodios del mandatario.