El canciller británico, William Hague, aseguró ayer que los gobiernos de Brasil, Chile y Uruguay decidieron desactivar el virtual bloqueo de sus puertos a los barcos con la bandera colonial de Malvinas que tuvieren por destino final las Islas, que había aprobado el Mercosur.
El funcionario del gobierno del conservador David Cameron afirmó que, tras "discusiones productivas y honestas con Uruguay, Chile y Brasil", funcionarios de esos países le aclararon que "no tienen intención de participar de un bloqueo económico".
Para el gobierno argentino, las declaraciones implican que Hague "reconoció en el Parlamento de su país que ningún barco podrá ingresar a los puertos del Mercosur y países asociados enarbolando la bandera ilegal de Malvinas", según un comunicado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores.
De todos modos, la Cancillería desmintió que las acciones tomadas en forma concertada con otros países de la región se traten de un bloqueo comercial, "sino que se encuadran en la defensa de los recursos naturales renovables y no renovables que pertenecen al pueblo argentino tal como lo reconocen, entre otros países, todas las naciones de la región".
Hague reveló ayer la decisión de Brasil, Chile y Uruguay en un informe que entregó a parlamentarios británicos, en el que explicó la "robusta" reacción del Foreing Office frente a la declaración votada por los países del Mercosur el 20 de diciembre pasado, en la que se acordó impedir el ingreso de barcos con bandera de las Falklands en todos sus puertos, algo que Gran Bretaña denunció como "un bloqueo económico de una población inocente".
El funcionario también reclamó a los países de América del Sur que no apoyen a Buenos Aires en su posición en términos durísimos: "No deben ser cómplices de Argentina", les advirtió.
Comercio y negocios. "Aunque no aceptamos la decisión de negarle la entrada a los buques con banderas de Malvinas, que consideramos no tiene basamento en ley internacional alguna, nuestra prioridad ha sido asegurarnos que los vínculos de comercio y negocios entre las Malvinas y Sudamérica no se vean comprometidos por esta declaración política", afirmó el canciller, según reportaron agencias internacionales y medios con sede en Londres.
De acuerdo con el informe, Hague reveló a los parlamentarios que tuvieron "discusiones productivas y honestas con Uruguay, Chile y Brasil. Estos tres países han dicho que no tienen intención de participar en un bloqueo económico a las Islas Malvinas y que todo el comercio naviero vinculados continuará disfrutando de acceso a sus puertos, de acuerdo con la ley internacional y nacional, si llevan la Insignia Roja u otra bandera nacional a la hora de atracar", agregó.
Uno de los primeros gobiernos que habían optado por esa salida fue el uruguayo de José Mujica, quien fue explícito al proponer a Gran Bretaña que aceptaría los barcos con destino a Malvinas, siempre y cuando no flamearan la bandera colonial de las "Falklands", tras una intensa presión del propio Hague.
Según el comunicado difundido ayer, el canciller británico avaló esa alternativa al hacer votos para que más países "sigan reconociendo que las diferencias de opinión sobre la soberanía británica de las Islas no pueden justificar interferencia en esfuerzos de intimidación a la población civil inocente a través de presiones económicas".
"El gobierno británico garantizará siempre el derecho de los habitantes de las Islas Malvinas a determinar que su futuro político sea respetado", manifestó el canciller que reporta a David Cameron.
La escalada entre ambos gobiernos se viene agravando desde hace meses, cada vez, cuanto más cerca está el 2 de abril próximo, cuando se cumplirán los 30 años del inicio de la Guerra de Malvinas, en la que el gobierno de facto de Leopoldo Galtieri perdió ante el de Margareth Thatcher, conservadora igual que Cameron.