La extraordinaria actuación de Angel Cabrera, dando pelea hasta la última jornada, evidenció una vez más su talento. El golfista cordobés empezó el día de ayer como escolta y llegó a ocupar durante algún momento la punta. Al final concluyó en el séptimo lugar del Masters de Augusta, que conquistó el sudafricano Charl Schwartzel.
En el cierre del primer Major de la temporada, el Pato Cabrera cometió un fallo inesperado a tres hoyos del cierre y terminó en el séptimo puesto con un total de 279 golpes (-9), después de una última vuelta de 71 (-1), para finalizar a 5 impactos del campeón.
El cordobés, ganador del Masters de Augusta 2009, jugó la última vuelta con el irlandés Rory McIlroy, que arrancó como líder pero que ayer tuvo una vuelta deslucida y terminó con 4 golpes bajo par.
El Pato se ubicó durante algunos pasajes en el primer puesto y jugó los últimos hoyos con chances de prenderse en la pelea, hasta que un bogey en el hoyo 16 (par 3) sepultó sus ilusiones.
Cabrera, que hasta allí estaba -10 en total y con chances ciertas, jugó muy largo en la salida y lo mismo le sucedió con el approach, al punto que debió usar dos
putters para completar el hoyo.
Visiblemente desmotivado, hizo par en los dos hoyos finales, en los que en la segunda vuelta había logrado sendos birdies.
Así concluyó el día con tres birdies y dos bogeys.
El ganador de uno de los cuatro torneos más importantes del circuito fue el sudafricano Charl Schwartzel, con una vuelta asombrosa de 66 golpes (-6), con birdies en los últimos cuatro hoyos, y un total de 274 (-14).
En esa arremetida final, Schwartzel, de 26 años, dejó atrás a Adam Scott y Jason Day, que sumaron 276 (-12), para ponerse el tradicional saco verde que entrega Augusta.
Más atrás se encolumnaron Luke Donald, el ex número uno Tiger Woods y Geoff Ogilvy, con 278 (-10). Luego quedó Cabrera, único en el séptimo puesto. l