Si lo de tener siete vidas como los gatos es cierto, Jonás Aguirre ya gambeteó dos y sigue en ataque. El ex mediocampista de Vélez Sarfield y actual jugador del Newcastle de Inglaterra, empezó a jugar a la pelota por recomendación médica e insistencia de Mónica, su mamá, cuando siendo un nene sufrió una parálisis total en la parte izquierda del cuerpo y le recomendaron hacer ejercicios. Fue el primer partido difícil de su vida y lo ganó. El segundo comenzó hace un año y medio y ya como jugador profesional, cuando se enteró que padecía cáncer testicular. El Galgo de las extenzas zancadas, el que jugó para la selección argentina en el Mundial 2010 de Sudáfrica, el que se cansó de lucir pelo largo y rodete en las canchas, volvió ayer a entrenar, rapado y tras ganar su segundo gran partido. Un golazo.
Apenas cuatro días después de recibir el alta médica y de comunicarla por twitter se puso los botines y se entrenó con el equipo de Vélez, al frente del Turu José Flores, en la Villa Olímpica. Un gesto que muchos leyeron como su mayor deseo deportivo a futuro: regresar a la Argentina y jugar para El Fortín.
Gutiérrez tiene contrato en Europa hasta junio de 2015 pero su idea es entrenarse en el país unas semanas más, "para volver con cierto ritmo e ir a Inglaterra" para ponerse a las órdenes del técnico "en la primera semana de diciembre", adelantó..
Jonás rescató el apoyo de muchos en estos últimos meses. Sus colegas del fútbol, su familia y sus amigos (ver aparte).
"Estoy muy agradecido por todos los mensajes. En esos momentos en los que la quimioterapia te quita fuerzas, era muy importante", agradeció. En algunas notas habló de la pérdida de su pelo. Pero minimizó ese mal trago.
"Cuando estás haciéndote el tratamiento ves que las mujeres la pasan peor que uno. Yo me resistía a cortármelo pero en la tercera semana ya se me caía mucho, no había como pararlo", comentó vistiendo gorra con visera.
El Galgo resaltó la importancia de volver a su nivel rápidamente y tomarse la vida con otra filosofía. "Después de lo que me pasó, me tomo las cosas de otra manera. Uno a veces se hace problemas por cosas que realmente son insignificantes", dijo.
Jonás había mantenido a cal y canto y dentro del íntimo círculo familiar el secreto sobre la enfermedad y el tratamiento. Pero a partir del alta habló: "Luego de un choque en un partido con Sagna, del Arsenal, empezó todo". De este modo se refirió a una larga crónica de dolores, diagnósticos contrapuestos y el definitivo de un tumor en el testículo izquierdo. "Aparecieron unos ganglios", dijo, se operó en Argentina y luego tuvo que hacerse quimioterapia.
Con el apoyo de su familia, Jonás enfrentó el tratamiento, peleó y ahora decidió contarlo.
"Quise hablarlo para que le sirviera a otros", dijo aunque reconoció que no siempre fue ese su ánimo.
"Cuando la gente me preguntaba, les decía que me había pelado por una promesa. Muy poca gente sabía. Tuve el apoyo de los que se fueron enterando. (Gabriel) Heinze me bancó mucho, el Pocho Lavezzi, el Micho (Demichelis). Y claro, el Colo (Coloccini) que sabía todo, está siempre atento y es uno más de la familia", contó, antes de agregar con ironía que ahora cuida como "oro" su otro testículo.