No pudo ganar y quedó un poco más empantanado en la zona del descenso directo. Gimnasia sigue sin poder hacer pie. Ayer apenas sumó un empate en su visita a Arsenal y su futuro en la divisional continúa muy hipotecado.
Arsenal fue superior en la primera etapa porque se paró mejor, fue más ordenado y desequilibró en la zona central gracias al buen trabajo de Adrián González. Por eso no resultó extraño que apenas pasada la media hora Obolo abriera el marcador y colocara un resultado más acorde al desarrollo.
No obstante, el Lobo también tuvo chances para empatar. Una a través de Neira que salvó Campestrini y la otra con un cabezazo que fue desviado por César González.
En la segunda etapa, Gimnasia le sacó la pelota al local. Y llegó a nivelar las acciones mediante su emblema: Barros Schelotto, quien aprovechó la pasividad de los defensores ante un centro de Aued y sólo tuvo que empujarla para anotar.
A partir de ahí y hasta el final, el encuentro pudo haberlo ganado cualquiera. Ambos generaron situaciones pero no pudieron concretarlas. Y por eso el resultado, que no le sirve mucho a la visita, no se modificó. l