La pelea que enfrenta a gendarmes y prefectos con el gobierno nacional entró hoy en el séptimo día de reclamos, sin principio de solución a la vista, y con la decisión oficial de pasar a disponibilidad a al menos ocho efectivos de Gendarmería que ofician como voceros de la protesta. Raúl Maza, uno de los sancionados, calificó de represiva a la medida.
"En democracia no te tienen que tratar de cerrar la boca por medio de códigos", advirtió ayer Maza, vocero de los gendarmes que piden mejoras salariales en la escalinata del edificio Centinela.
Junto a Maza, fueron "pasados a disponibilidad" el cabo primero Gustavo Tutto y el cabo Maximiliano Celasco, y las notificaciones fueron firmadas por el director de Bienestar y Sanidad de Gendarmería, comandante mayor Gerardo Otero, informaron los uniformados.
Posteriormente, se conoció que hubo otros cuatro efectivos: un oficial de Salta y tres de Prefectura Naval. Maza señaló que en lugar de entablar un diálogo para solucionar la protesta, el gobierno "nos termina reprimiendo, esto es represión". Y reiteró que con las sanciones aplicadas al menos a ocho gendarmes el gobierno "violó el acuerdo" verbal que tenían con el secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien el miércoles se comprometió a hacer una propuesta para después del fin de semana largo. Para prefectos y gendarmes, el gobierno burló uno de los ítems del petitorio, que hacía referencia a la no sanción de los efectivos que lideran las protestas.
Al respecto, Maza remarcó: "Esto es inédito e histórico y el modo en que nos estamos manifestando, llegamos a esto después de haber agotado todos los medios, incluso las instancias judiciales".
"Son muchos días, es casi una semana completa. Hay que aguantar una semana completa y lo que ellos no saben es que esta gente tiene aguante", subrayó. Además, confirmó que "la manifestación va a seguir hasta lograr una solución".
Bloque. "Nosotros actuamos en bloque, queremos peticionar como corresponde mediante medidas legales", añadió, y señaló que "lo ideal sería que puedan reestablecernos a nuestro trabajo porque nos manifestamos de modo pacífico, lo único que hemos hecho fue hablar".
Por otra parte, los prefectos que protestan en la entrada del edificio Guardacostas también le replicaron al gobierno. "Se patinaron 5 palos (millones de pesos) en un partido de fútbol (por el de Argentina-Brasil en Chaco) ¿y no nos quieren pagar un sueldo digno?", dijeron muy enojados.
"Cuatro mil millones al año para seguridad del pueblo o cinco millones para un partido frustrado", rezaba la leyenda de un cartel pegado por los suboficiales en uno de los tramos del gran frente del Guardacostas, sobre avenida Eduardo Madero 235, de la Capital Federal.
Uno de los prefectos, quien al igual que sus colegas evitó identificarse, precisó: "Con la primera cifra, nos referimos a lo que el gobierno dice que necesitaría desembolsar para blanquearnos el sueldo: la incorporación de una serie de adicionales al salario". Esa cifra se incrementaría si Cristina Kirchner concediera uno de los principales reclamos: un básico de 7 mil pesos netos.
En tanto, el subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López, justificó las sanciones al sostener que "tienen que ver con lo que planteó todo el arco político", en referencia al pedido de que dejaran de protestar en la calle y continuaran por otros medios cuando el gobierno dio marcha atrás con la quita a los salarios establecida en el decreto 1307/12 firmado por Cristina Kirchner.
A su vez, aseguró que mañana, tras el feriado, "va a haber una respuesta" del gobierno a las demandas de mejoras laborales.