Buenos Aires.—frase famosa atribuida a él que tuvo como destinatario a un comisario: “Sacame la policía de encima”.
Buenos Aires.—frase famosa atribuida a él que tuvo como destinatario a un comisario: “Sacame la policía de encima”.
El periodista, abogado y ahora remisero aseguró ante los jueces que lo juzgan por encubrimiento del crimen que “jamás” le pidió a la policía que no fuera al country Carmel donde había muerto su hermana y responsabilizó a la prensa por el hecho de estén siendo juzgados con otros familiares.
Tras una sorpresiva decisión personal, García Belsunce pidió ayer a mediodía declarar por primera vez. En un tono pausado y sereno Horacio comenzó diciendo a los jueces que no podía entender “cómo un hermano podría encubrir el asesinato de una hermana”.
Acusó al periodismo como responsable de la situación que lo tiene a él y a otros familiares en el banquillo de los acusados. “El periodismo es el culpable del 70 por ciento de las cosas que nos pasan hoy en día”.
Lo primero que Horacio quiso aclarar es que nunca intentó parar la llegada de la policía aquel 27 de octubre de 2002 y detalló las llamadas que tuvo con el entonces comisario Angel Casafús, a quien conocía por su función de periodista. Explicó que llamó al comisario ese domingo por la noche llorando y le dijo: “Angel, acaba de morirse mi hermana en un accidente ridículo. Me dicen que está viniendo la policía. Te pido que tengas consideración conmigo y por mi familia. Jamás le pedí que la policía no viniera”, agregó.
El momento tenso de la indagatoria fue cuando la fiscal Laura Zyseskind le preguntó cuál era la complicación de la presencia policial. Horacio contestó: “La molestia de pensar en la policía dentro de la casa con todo el dolor que se estaba viviendo y que hicieran algo con María Marta”. “¿Algo como qué?”, preguntó la fiscal, a lo que el imputado replicó: “No sé”. Allí Zyseskind repuso: “¿Algo como una autopsia?”.
La pregunta de la fiscal molestó al abogado de Horacio, Adrián Murchio, pero de todos modos el imputado respondió: “La molestia y el engorde de que viniera gente extraña”.
El hermano de la víctima recalcó que su pedido a Casafús nunca fue el de evitar a la policía. “Si yo hubiera tenido dudas, habría venido la policía entera”, dijo. “No tengo otro objetivo en la vida que buscar al asesino de mi hermana”.
Explicó que quien sí tuvo dudas y con ellas le tenía “los huevos al plato” por su actitud de “Sherlock Holmes” era su hermano John Hurtig, también imputado, quien no podía entender cómo María Marta había patinado en la bañera con las zapatillas puestas. “No le presté atención porque yo me había representado el accidente de otra manera. Creí que María Marta se había golpeado fuerte con la viga del techo del baño al levantarse del bidet y que no había sido un resbalón”, dijo.
Sin embargo, Horacio destacó que justamente esa insistencia de John fue lo que hizo que al día siguiente volviera a llamar al comisario para pedirle “un forense”. Respecto al hallazgo y la decisión de tirar la bala-pituto por el inodoro, reconoció que hubo una reunión en el baño, que él habló de “bala” y lo tomó con un papel higiénico “como en las películas”, pero dijo que lo tiraron porque no sabían lo que era.