Connivencia política, maltrato policial, marginación social y el mensaje enfermizo de que "lo único que importa es ganas", la combinación perfecta que destruye cada vez más a nuestro deporte. Las temidas barras bravas son integradas por personas que no son hinchas, apañados por políticos que les facilitan "empleos", viajes y dinero entre otras cosas, sin olvidarnos la cantidad de veces que los políticos han utilizado a las barras como fuerzas movilizadoras de las campañas y/o actos. Ensucian al fútbol que es una fuente de alegría, pasión, estética, vida sana y no de conductas delictivas. Las autoridades de nuestro país se llenan la boca hablando de "unir fuerzas para erradicar la violencia en el fútbol", pero ellos saben que esa misma violencia viene de la sociedad y que sus protagonistas son apañados por el poder político. El fútbol es una de las pocas formas de lógica de conjunto que todavía intentan ganar la pulseada a la lógica individualista. Usamos metáforas como "esto es una guerra", "la barra brava es una enfermedad", "matar o morir", "dejar la vida", y nos olvidamos de que es un juego y un deporte. Aunque el fútbol es demasiado deporte para ser sólo un negocio, y el negocio es demasiado importante para que el fútbol sea solamente un deporte. En los conjuntos se diferencian: barrabravas, fanáticos, hinchas y simpatizantes. Entre los hinchas de un mismo equipo, la relación es de lealtad; entre hinchas de distinta camiseta predomina la rivalidad. La masa grita: "¡Llegó la barrabrava, llegó la hinchada!". No hay en ese momento diferencias entre hinchas, fanáticos o simpatizantes; pero sin embargo, sí las hay. La violencia en el fútbol, no es del fútbol, sino de la sociedad que rodea, y produce una carencia de identidad social y de vacío racional. Los hinchas hacen uso de actitudes incontroladas y de pasiones ciegas que arremeten contra otro equipo, sin respetar la convivencia en medio de las diferencias sociales, económicas y políticas. Los medios de comunicación, cómplices del silencio, se comprometen con la violencia por disimular o simular antes que decir y denunciar a los violentos. La cancha se transforma en el lugar donde las personas más decentes sufren una metamorfosis letal y violenta, cayendo en el plano de la obtusa vulgaridad, donde se le deforma el rostro, enceguece la mente y pierde la razón. Y así, con el paso del tiempo, es como este deporte tan sano se va transformando en una enfermedad siniestra que amenaza a la razón, donde poco importa ganar, sino que el otro pierda. Es hora de que comencemos a razonar, y para eso, cierro este fragmento con la siguiente frase de Marcelo Alberto Bielsa: "El mundo y el fútbol son de los empresarios. Pero el aficionado siente, no es un operario. El mundo del fútbol cada vez se parece menos al aficionado y más al empresario".
Accidente sin respuestas
El último lunes presencie un accidente en bulevar Rondeau al 1100. Se llamó al 107 (Sies) pero contando con el reloj pasaron 45 minutos y no llegaba. ¿La respuesta?: "Sólo tenemos 12 ambulancias para el municipio". Me parece un cinismo que se destine dinero para un acuario insulso e insignificante, por citar un ejemplo de la zona (el cual no se sabe si en verdad costó lo que se muestra en el cartel), y no para ambulancias o vehículos para atención en caso de accidentes. Una vergüenza. El primer acto de corrupción es aceptar un puesto para el que uno no está capacitado. ¿No le parece señora intendenta, o a quien le corresponda?
Victoria D. Beas
DNI 39.663.329
Vestigios de un día de carnaval que ya pasó
La mayoría de las veredas, cubiertas con harina o papel picado; las menos: limpias e indiferentes al festejo, como profetizando el futuro; pedazos de bombuchas de colores pegadas a alguna puerta, donde una magra puntería hizo que se estrellaran, cuando una blusa seca de alguien que pasaba, era el destino cierto. Un balde roto, abandonado a su suerte, y aquel pomo lleno de agua perfumada, olvidado confiadamente en el escalón de una ventana, que arrancaba la sonrisa de un trasnochado transeúnte que al encontrarlo pensaba: "Al que madruga Dios lo ayuda", y como un recuerdo valioso de la batalla librada por el Rey Momo, lo atesoraba para sí. Ruidos de tacos y panderetas se escuchaban doblando la esquina, y la vereda de mosaicos vainilla, se cubría de rostros dispares, algunos pintados de colores resplandecientes, otros con marcadas ojeras sobre una acentuada palidez, cuerpos ligeros de ropas, en su mayoría cubiertos de plumas y lentejuelas de colores brillantes que lucían esplendorosos al naciente sol de la mañana de marzo. Flotaban en el aire aromas penetrantes de aceites, perfumes, sudores y alcohol, como pruebas irrefutables de que estuvieron allí, participando al candor de las batucadas, que encendieron numerosos fuegos con el contoneo de sus caderas, que incitaron a dar rienda suelta a la imaginación de lujurias y excesos, aunque fuese solo ahí, en la mente de quien los veía e imaginaba. Quedaba en el éter y la memoria, la magia de lo transcurrido, el regreso a la cotidianidad, parecía un exilio, la promesa interior de volver a vivirlo, cobraba fuerzas, hasta transformarse en un juramento, para muchos el carnaval no había muerto, ¿o tal vez si?
Arturo Mingolo
DNI 11.871.909
Carta abierta a las autoridades
Estimados señores presidente de la Nación, Mauricio Macri; gobernador de la provincia de Santa Fe, Roberto Miguel Lifschitz; intendente de Casilda, Juan José Sarasola: A raíz de la lamentable tragedia ocurrida el 24 de febrero pasado en la ruta nacional 33 me siento en el deber y el derecho de escribirles estas líneas. Cuando una sociedad pierde el sentido común hay un grave problema. Por esto:
autoridades nacionales, provinciales, municipales, tengan sentido común y accionen hasta la última consecuencia civil y penal sobre los responsables del trágico hecho acontecido. Hagan cumplir las leyes. Esta es la razón por la cual elegimos la democracia. Tenemos deberes, nuestros derechos son que las leyes se hagan cumplir. Usen el transporte público interurbano, sientan la experiencia de viajar en esas condiciones. Autoridades de la empresa de transporte, tengan sentido común, si no pueden brindar un servicio a la comunidad den un paso al costado. Autoridades nacionales, provinciales, municipales, revean los sistemas de adjudicación de líneas de transporte. Desarticulen el sistema monopólico. Provean oportunidades a empresas que brinden un mejor y más seguro servicio. Pídanle a las empresas concesionarias de peajes que las rutas estén en condiciones seguras para transitar. Nuestro deber es pagar el peaje y respetar las leyes de tránsito. Nuestro derecho es circular por rutas seguras, no en el estado lamentable en que se encuentran. Auditen el mantenimiento de las rutas concedidas a peajes, exíjanles el buen estado de las mismas. Si no pueden cumplir, exíjanle que levanten las barreras, no pueden cobrar un servicio que no brindan. Aceleren las gestiones para que el tren vuelva a ser otra opción de medio de transporte de pasajeros entre las ciudades del suroeste santafesino. Revean todos los incidentes y denuncias registradas sobre esta empresa de transporte, que por cuestión divina anteriormente no derivaron en fatalidad. Prioricen la vida de los ciudadanos que los votaron. No defiendan intereses y/o conflictos personales. Desde ya agradecido por tener respuestas de sus partes.
Matías Zitelli
DNI 24.620.944
Casilda
En nombre de todas las mujeres
Las marchas en pro de las mujeres reclamando por los derechos aún no reconocidos, los abusos, la violencia contra la mujer, el aborto legal, igualdad en todos los ámbitos, nunca han salido del todo bien, o al menos como es de esperarse. Esas marchas o paros parciales de unas pocas horas para reclamar o exigir algunas de las causas propuestas no logran arribar a los objetivos. Por eso ante la inminente llegada del 8 de marzo "Día Internacional de la Mujer", cada una de nosotras desde el ámbito en el cual nos desempeñemos, debemos ejercer esos derechos en forma pacifica, mediante el dialogo, el reclamo justo ante las autoridades, ante quienes nos representan; como se quiera hacer de diferentes maneras, mediante instituciones, organizaciones sociales, ONGs y todo aquello que sea valido para efectuar dichos reclamos. Ya toda la humanidad sabe que en estos tiempos cambiantes, la sociedad va reconociendo sin prisa y sin pausa a la mujer en diversos espacios (si bien todavía falta mucho por hacer en cuanto al tema de la igualdad y otras yerbas) qué mejor llamarnos a la reflexión y ocuparnos de nuestros compromisos y cumplir cotidianamente cada uno de los espacios en los que nos movemos. Sabemos que no es tarea sencilla (¿por qué a estas instancias del tiempo todavía debemos hacer tantos reclamos?). Pensemos no hacer manifestaciones ni convoquemos a marchas que no conducen a nada y sólo le sirven a los aprovechadores para filtrarse entre las filas, son sectores oportunistas dispuestos a embarrar la cancha. Mujeres: el Día Internacional no es un solo día, sin excepción lo es todo el año. Somos madres, hermanas, abuelas, compañeras, amigas, y desde el lugar que ocupemos, cualquiera sea, todas unidas avancemos férreas y decididas por un solo camino: el del bienestar de todos.
Alicia Brescia
Deberían prohibir el chicle, o educarnos
No quiero ser terminante ni arbitrario, pero a las autoridades les digo que tomen una determinación con el chicle, hagan una campaña de educación, pongan cestos especiales o hagan algo. Miren la ciudad, las veredas como están, todas, incluso las nuevas alquitranadas con los desperdicios de la goma de mascar. Un ejemplo de ello es nuestro Monumento a la Bandera, se convirtió en el monumento más escupido por los rosarinos, y si no vayan a ver las baldosas de su nave. Si hay una libre del masticable elemento cuesta encontrarla. Hay muchos paseos rosarinos que muestran esto, es un enfoque más de la desidia por la limpieza y la falta de respeto por el lugar del prójimo. Hagan algo si queremos ver de a poco una luz para que refleje una ciudad más limpia.
Carlos Bianchi