El municipio de Funes comenzó las obras para el nuevo sistema de semaforización inteligente que funcionará sobre la ruta 9, que incluirá la colocación de nuevos aparatos. Se trata del Sistema de Control Centralizado de Semáforos en el cual estarán integrados todos los ya existentes más lo que se están instalando nuevos.
Los trabajos para la colocación de las nuevas luces comenzaron esta semana. Los semáforos serán instalados en calles Yacyretá, Echeverría, San José, Hernández, avenida Argentina y Maiztegui. De esta manera, a los que ya están funcionando en calle Catamarca y avenida Mitre, se le sumarán todos los nuevos.
Además los actualmente ubicados en Irigoyen y Elorza serán reemplazados totalmente por la nueva tecnología y quedarán disponibles para el municipio para una reubicación dentro del ejido urbano. De esta forma quedarán instalados diez semáforos en el distrito a lo largo de la ruta.
El secretario de Gobierno, Gonzalo Miranda Aguiar, señaló que desde que asumió la gestión "entendimos que esta obra era fundamental para la ciudad, básicamente por el crecimiento demográfico que tuvo Funes, que tuvo su reflejo en el incremento del parque automotor y en su tránsito diario. Este sistema de control centralizado de semáforos busca brindar y garantizar una mayor seguridad en el tránsito vehicular y peatonal sobre la ruta, y funcionará coordinadamente de forma anexa al Centro de Monitoreo de las Cámaras de Seguridad que el municipio pondrá en funcionamiento".
Funcionamiento. La semaforización se pondrá en marcha con un sistema de control centralizado cuya finalidad será la posibilidad de modificar en el instante las frecuencias de las luces, para descongestionar la ruta en horas pico y darles prioridad con la onda verde a vehículos particulares, así como al transporte público y al de emergencia.
A través de este mecanismo podrán reducirse las frecuencias de aceleración y desaceleración (hasta la detención) de los vehículos, lo que redundará también en las disminuciones del consumo de combustible, de las emisiones de partículas en suspensión, del ruido y de los tiempos de viaje. En la medida en que los flujos vehiculares se tornen más predecibles y organizados, se reducen las maniobras de aceleración y desaceleración, disminuyendo con esto significativamente los accidentes de tránsito.
Así las cosas, durante 20 días no funcionarán los semáforos de calle Irigoyen y Elorza, hasta que termine la instalación de toda la estructura. En los horarios pico el municipio dispondrá de agentes de tránsito para ordenar la circulación.
La nueva red, que estará equipada con elementos de última generación, también hará la recolección automática de datos del tránsito mediante detectores vehiculares, lo que permitirá modificar en el instante los planes de tránsito.
De esta manera se busca reducir la congestión vehicular. Para esto, los semáforos estarán coordinados para producir desfasajes eficientes que reduzcan el número de paradas y colas frente a una luz roja en cualquier momento y bajo ciertas condiciones de circulación.