Lima.— El histórico proceso contra el ex mandatario peruano Alberto
Fujimori llegará hoy a su fin, cuando, en la sesión número 161, se dicte el fallo que lo condene o
lo absuelva. El juicio de 16 meses es inédito, porque es la primera vez que un ex presidente
constitucional es juzgado por violaciones a los derechos humanos en su propio país.
Fujimori, que gobernó entre 1990 y 2000, es acusado por la
fiscalía de la autoría mediata de dos masacres en las que murieron 25 personas y de dos secuestros.
El pedido es de 30 años de cárcel. La defensa dice que el acusado no tuvo que ver en los
"deplorables" hechos y solicita la absolución.
El fallo de hoy es de primera instancia, por lo que
cualquier parte podrá apelarlo, y de hecho se descuenta que alguna lo hará. No obstante, se espera
con gran expectación, y no sólo en el Perú, ya que también a nivel internacional se sienta
precedente con un juicio por derechos humanos a un presidente elegido democráticamente.
Los fujimoristas han advertido de protestas callejeras en
caso de un fallo adverso. Desde el otro bando no hay amenazas explícitas, pero se descuenta que una
absolución o una pena muy leve podrían igualmente desatar pasiones.
"Autoría mediata". La fiscalía dice haber documentado plenamente durante el
juicio, que se inició en diciembre de 2007, que Fujimori estaba al frente de un aparato de poder al
margen del cual hubiera sido imposible cometer las masacres. De allí surge la tesis de la autoría
mediata, emparentada con lo que se aplicó, por ejemplo, en el caso de los oficiales nazis, a los
que se sentenció sin que aparecieran pruebas escritas de que dieron órdenes de matar.
La defensa exige, en cambio, documentos escritos, y acusa a
la fiscalía de armar un tinglado jurídico para justificar acusaciones que, según Fujimori, sólo
obedecen a odios personales y políticos.
Una eventual absolución de Fujimori no implicará su
excarcelación, debido a que ya tiene una sentencia por un allanamiento ilegal y estará preso al
menos hasta 2013. Además, a partir de mayo, tendrá que enfrentar nuevos procesos por hechos de
corrupción ocurridos en su gobierno.
Historia de película. Fujimori, un ingeniero de 70 años, se jacta de haber salvado
al Perú al derrotar a los grupos subversivos y a la hiperinflación galopante que existía cuando
asumió la presidencia.
Un escándalo de corrupción que enlodó a su jefe de
Inteligencia, Vladimiro Montesinos, lo obligó, en noviembre de 2000, a huir a Japón, desde donde
envió su renuncia.
Tras cinco años de vivir en Tokio, amparado en su
nacionalidad japonesa para evitar una extradición, decidió retornar al Perú vía Chile, pero fue
arrestado y extraditado en septiembre de 2007.
Intereses políticos. Los partidarios de Fujimori, encabezados por su hija, la
congresista Keiko Fujimori, están convencidos de que, aun con una condena, saldrán favorecidos.
"Si encuentran a mi padre culpable, yo creo que va a haber
muchos más sentimientos de solidaridad hacia él, hacia la familia y hacia el movimiento
fujimorista", afirmó Keiko, de 33 años, quien según algunas encuestas encabeza las preferencias
electorales para los comicios presidenciales de 2011.
Para el analista Nelson Manrique el juicio a Fujimori es un
hecho "eminentemente político". Manrique señaló que el partido del presidente Alan García, el Apra,
necesita de los votos fujimoristas en el Congreso. "Creo que los fujimoristas van a aprovechar esa
situación", afirmó, refiriéndose a un posible "intercambio de favores".