El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, redobló sus señales a favor de
recomponer el diálogo con la cadena agroindustrial. Desembarcó con todo su equipo en Rosario para
presidir dos eventos de magnitud: el remate del primer lote de soja de la campaña 2009/2010 que
arribó a la plaza local, y el Consejo Federal Agropecuario (CFA), que reúne a los ministros del
área de todas las provincias.
Domínguez viene negociando la revisión del sistema de regulaciones comerciales
nacido al calor del conflicto agropecuario y apuesta a la relación con las provincias, y
especialmente con la Bolsa de Rosario, para eludir los condicionamientos que le impone la postura
más politizada de la mesa de enlace agropecuaria.
De hecho, las cuatro entidades gremiales del sector se reunirán hoy para
discutir posibles medidas de fuerza, y el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi,
reclamó una devaluación.
En ese marco, el remate del primer lote de soja de la campaña 2009/2010 arribado
a Rosario (inicio simbólico del período de comercialización de la oleaginosa), fue una demostración
pública de paz. El presidente de la entidad anfitriona, Cristián Amuchástegui, subrayó que "a pesar
de no coincidir en muchos aspectos", el ministro "receptó las iniciativas" de la Bolsa para
"superar cuestiones que dificultan el normal funcionamiento de la cadena comercial".
Amuchástegui se refirió a la necesidad de revisar las restricciones comerciales
que, en el caso del trigo y el maíz, llevaron a la destrucción de los precios de pizarra y a la
concentración de la cadena comercial. Enfatizó, en ese sentido, la necesidad de defender la
formación de precios en los mercados físicos de granos.
Precisamente, Domínguez someterá hoy a consideración de los ministros de
Agricultura provinciales un plan para devolver "previsibilidad y competencia" a la comercialización
del trigo, que en la última campaña quedó sin mercado por el doble efecto de la sequía y el cierre
de las exportaciones. Apunta a que productores, molineros y exportadores comercialicen en el
mercado de futuros un porcentaje de la cosecha, que como contrapartida contaría con ROE
(certificado de exportación) automático. El objetivo es recuperar la competencia entre los
compradores.
"Tenemos grandes desafíos, como reconstruir los mercados a término y la
comercialización del trigo", dijo Domínguez en la Bolsa. Aseguró, además, que se presentará un plan
estratégico para el sector.
El diálogo entre el ministro y la Bolsa se viene tejiendo desde fines del año
pasado e incluyó una visita de bajo perfil del ministro a Rosario en febrero pasado. Siguió en la
Expoagro y se reforzó ayer. Esta sintonía molesta a los halcones de ambos lados, como se pudo
percibir en el recinto de operaciones de la Bolsa.
Provincias. La otra línea de diálogo es con las provincias. Por eso el encuentro
del CFA en Rosario. "Es muy significativo", dijo el ministro de Producción provincial, Juan José
Bertero.
El plenario del organismo será hoy pero ya ayer por la tarde la agenda de
Domínguez fue intensa. Se reunió con representantes del sector público y privado santafesino para
abordar la polémica destada por el fallo judicial que prohibió la aplicación de glifosato en las
cercanías de los centros urbanos. Mientras se desarrollaba en la Bolsa el acto, del que participó
el gobernador Binner, distintas organizaciones sociales manifestaron en la puerta de la entidad su
repudio al "nefasto modelo agroexportador".