París. — El primer ministro francés, François Fillon, rechazó dar marcha atrás en la reforma del sistema de jubilaciones, un día después de que en Francia tuvieran lugar protestas masivas."Estas reformas, controvertidas en su día, hoy son aceptadas por todos", afirmó. Agregó que hasta 2018 Francia rebajará "completamente" el déficit de 30.000 millones de euros en el que se encuentra inmerso hoy el sistema previsional. Para lograr ese objetivo, la edad de jubilación pasará de 60 a 62 años. Para obtener la jubilación máxima la mayoría de los franceses deberán trabajar hasta los 67 años en lugar de los 65. "Por muy fuerte que sea la resistencia, tenemos obligación de asegurar la financiación de las pensiones", remarcó Fillon.