La primera reunión entre el gobierno de Pakistán y los talibanes del país no se celebró ayer como estaba previsto, un retraso que pone en duda la posibilidad de alcanzar un acuerdo con los insurgentes.
La primera reunión entre el gobierno de Pakistán y los talibanes del país no se celebró ayer como estaba previsto, un retraso que pone en duda la posibilidad de alcanzar un acuerdo con los insurgentes.
Las dos delegaciones tenían que reunirse ayer a la tarde en la sede en Islamabad del partido islamista Jamaat-e-Islami, pero los mediadores del gobierno no se presentaron por el rechazo de dos de las cinco facciones armadas talibanes de acudir a la ronda.
"He recibido una llamada de Irfan Siddiqui (el jefe de la delegación gubernamental) que me dijo que hay dudas sobre la composición del comité de negociación de los talibanes, que pasó de cinco a tres miembros", afirmó Sami ul-Haq, del equipo de negociadores de los insurgentes.
El gobierno y los talibanes deben acordar una "hoja de ruta" para poner fin a siete años de insurrección que ha dejado miles de muertos.
El primer ministro pakistaní Nawaz Sharif anunció la semana pasada que quería dar "otra oportunidad" a las conversaciones de paz tras el fracaso de noviembre pasado, consecuencia del asesinato del jefe de los talibanes pakistaníes del TTP, Hakimullah Mehsud, por un drone estadounidense.
"El globo de las negociaciones se desinflará muy rápidamente", vaticinó ayer el periódico The News, que subraya la "ambigüedad y la confusión" de este nuevo intento de negociar, a pocos meses de la retirada prevista de las tropas de la Otán en el vecino Afganistán.