Miguel Russo no dice ni A del equipo que pondrá en la cancha para despedirse del
Clausura frente a Godoy Cruz. Era de esperar que el técnico de Central no brindara pistas ni
hiciera menciones especiales de algún jugador que tendrá en cuenta. Recién en el ensayo
futbolístico de hoy a la mañana se observarán algunos indicios. En estos momentos, lo único
concreto es que el DT no expondrá a los soldados que están al límite de las amarillas. Es decir,
Moreno, Braghieri, Méndez y Ribonetto no jugarían contra los mendocinos. Tampoco lo harían el Kily
González y Ezequiel, aunque en el caso del Equi existe la posibilidad de que ingrese algunos
minutos para sumar competencia de fútbol. El experimentado volante se está recuperando de una
contractura en el cuádriceps de la pierna izquierda y la pretensión del cuerpo técnico es llevarlo
despacio en la puesta a punto para que llegue en óptimas condiciones a los dos choques ante
Belgrano por la permanencia en primera.
Los González recién disputarían una práctica de fútbol la semana que viene,
cuando Russo pare a la formación que disputará la promoción contra los piratas.
Ante este panorama, no es descabellado pensar en el juvenil Jonathan Gómez como
el enganche elegido para enfrentar a Godoy Cruz. También tendrían un lugar en el medio Omar Zarif,
Leonardo Borzani, Choy González o Gervasio Núñez. Y en defensa se posicionan Danelón, Bogino, Jorge
Núñez, Burdisso o algunos de los habituales titulares. Igual, estos nombres aparecen más ligados al
sentido común que a las señales entregadas por Russo.
Por lo pronto, el DT ordenó ayer un trabajo en espacios reducidos. Dividió al
plantel por posiciones. El espíritu del trabajo, con la arenga de Russo incluida, era saber jugar a
uno o dos toques. Los jugadores tenían que mecanizar algunos movimientos en el momento de defender
y cuando marcaban en los centros. En uno de los minipartidos fueron enviados por el Chelito Delgado
(ver aparte).
Russo también hizo hincapié con sus gritos para que los defensores ahogaran a
los delanteros o volantes. Así como los atacantes debían colaborar posicionalmente en los envíos
aéreos. En ese punto, Emilio Zelaya fue uno de los más aplicados a la hora de no perder las marcas
y rechazos defensivos en los centros.