Flickr
cumplió cuatro años. El sitio, uno de los más populares a la hora de almacenar y
compartir fotografías, lo festejó con un lanzamiento: ahora los usuarios también pueden subir
videos. Parece una gran noticia, pero buena parte de los fotógrafos que utilizan los servicios del
sitio pusieron el grito en el cielo y los blogs que reclaman que den marcha atrás con la flamante
utilidad se multiplican en la web como gremlins mojados.
Vayamos por partes.
Flickr, una empresa que creció
por las suyas y terminó por integrar los servicios del gigante
Yahoo!, no demoró en consolidarse
como el sitio más importante de intercambio de fotografías. Amateurs y profesionales pueden crear
gratuitamente su cuenta y empezar de inmediato a subir fotos. La mayoría intenta expresar sus
pretensiones artísticas y, aunque abundan las imágenes de dudosa calidad, muchas son verdaderas
obras de arte.
Los usuarios suben entre dos y cinco millones de fotografías por día, lo que
convirtió a Flickr en un banco de imágenes de más de dos mil millones de fotos. El sitio permite
comentar las imágenes de otros miembros, armar una lista de "contactos" para acceder rápidamente a
nuestros usuarios favoritos, y hasta señalar en un mapa el lugar donde fueron tomadas las fotos
(geotagging, le dicen, o geolocalización).
Con el correr del tiempo Flickr incorporó aplicaciones, herramientas y
posibilidades que lo enriquecieron. La gran novedad es que, desde el 8 de abril, también permite
subir videos. Pero el lanzamiento no fue recibido por los usuarios como la gente de Yahoo! esperaba
y ya son miles los blogs que se aliaron tras la consigna: Flickr no es YouTube.
Un conocido blog sobre software llamado Genbeta argumenta: "Imaginemos por un
momento que durante toda tu vida has ido a un club de golf. En ese club de golf sólo se ha jugado
al golf, nunca se ha hecho otro deporte pero de repente, un día, los dueños del club deciden
ofrecer también la posibilidad de jugar al fútbol. Vale, el hecho de que lo ofrezcan no le hace
daño a nadie, pero entonces eso va a dejar de ser un club de golf, que era el único motivo por el
que tú ibas a ese club. Si quisieras jugar al fútbol te hubieras apuntado a un equipo de
fútbol".
Los usuarios tienen miedo de que Flickr desperdicie su potencial, que pierda su
atractivo al intentar diversificarse, que termine por convertirse en
MySpace o
Facebook. Es decir,
reclaman que siga siendo un sitio específico: un buen lugar donde compartir fotos.
Flickr también permite organizar grupos de discusión. Y en los últimos días
aparecieron cientos que se rebelan contra la nueva utilidad. Sólo el grupo "
No video on Flickr"
reunió cerca de treinta mil peticiones para que el sitio se dedique exclusivamente a
la fotografía.
Dicen que
YouTube (el tercer sitio más
popular de internet, según el ranking de
Alexa) tiene indexados más de 67
millones de videos, y cada vez son más los clones que permiten colgar archivos multimedia. Incluso
se cuentan de a miles las personas que tienen sendas cuentas en Flickr y YouTube, y esto
probablemente obedezca a que casi todas las cámaras digitales compactas permiten tomar fotos y
también filmar. Pero son muchas las voces que reclaman que cada uno siga en lo suyo, Flickr con sus
fotos y YouTube con sus videos.
Quienes determinan el éxito de un sitio web son los usuarios. Esta vez, quizás
como pocas veces se haya visto antes en internet, son los mismos usuarios los que salieron a exigir
que las empresas tengan en cuenta su opinión. Tal es el alboroto que causaron los videos de Flickr
que ya no se trata de una lucha quijotesca, David contra Goliat, sino que es una batalla entre dos
potencias. No sólo es un interesante ejercicio democrático, sino que sería realmente significativo
que Yahoo! escuchara los reclamos de la misma gente que convirtió a Flickr en el archivo
fotográfico más grande de internet.