La Municipalidad de Rosario finalizó la obra de renovación de veredas de la Peatonal San Martín, una de las arterias más transitadas del centro de la ciudad, que presentaba rasgos de deterioro. El proyecto integral, que comenzó en septiembre, representa un profundo cambio en la histórica peatonal, contemplando la inclusión de un nuevo intertrabado de hormigón en un lugar que había sido durante años olvidado.
La obra incluyó también baldosas de guía para personas con disminución visual, mobiliario urbano, áreas verdes y canteros, bicicleteros, y nueva iluminación. El conjunto de intervenciones vino a dar respuesta a un pedido histórico de comerciantes, vecinos y asociaciones, en el marco del plan de reactivación y puesta en valor del centro de la ciudad.
En este sentido, José Luis Conde, secretario de Obras Públicas, comentó que “se trata de una inversión muy importante para el centro de la ciudad, con el objetivo de revitalizar y acompañar desde el gobierno local la reactivación del comercio y de la zona”. Al tiempo que agregó: “Es una obra que fuimos ejecutando por tramo, de a una cuadra. Pudimos trabajar prolijos, en constante diálogo con comerciantes. Sabemos que mientras se llevan adelante las obras hay molestias, pero una vez terminadas, como ahora, le queda a la ciudad una peatonal totalmente renovada, que invita a los rosarinos a recorrerla”.
Los trabajos modificaron la materialidad de la vereda, reemplazando los solados preexistentes por adoquines de hormigón intertrabado. Desde la Secretaría de Obras Públicas destacaron que es un material que se viene utilizando porque consta de innumerables beneficios en relación a las baldosas tradicionales: favorece las reparaciones de las inevitables y permanentes roturas producidas por las empresas de servicios, economiza las intervenciones, garantiza un aspecto uniforme a través del tiempo y evita que los bacheos deterioren la imagen homogénea.
A diferencia de las veredas tradicionales de baldosas calcáreas y graníticas, se trata de un sistema “mucho más económico, de fácil colocación, reciclable y apto para el tránsito vehicular”, detallaron.
En la zona central de la peatonal se colocaron adoquines de hormigón intertrabado similares a los utilizados en las calles Sarmiento, Entre Ríos y Corrientes, entre otras. El tamaño del adoquín de hormigón es de 10 centímetros de alto por 20 de ancho, de color gris y rojo. El espesor varía según la ubicación de las baldosas: sobre el área de tránsito peatonal es de 6 centímetros y sobre los sectores de ingreso de vehículos el espesor es de 8 centímetros. El proyecto incluyó un área de acera para no videntes.
Por otro lado, también se renovaron totalmente las tapas del albañal central mediante bastidores metálicos ranurados, similares a los de peatonal Córdoba, pero con adoquines de hormigón negros colocados en sardinel. Además, también se ampliaron las cazuelas de los árboles y se acondicionaron y confinaron las raíces; y se colocaron nuevos cestos de acero inoxidable, reemplazando los existentes.
Asimismo, la obra incluyó la ejecución de dos cruces de calle, en las intersecciones de la peatonal con San Luis y San Juan, los cuales presentan características similares a los cruces ejecutados en Córdoba y Maipú, y Córdoba y Mitre. El cruce de San Luis ya fue finalizado mientras que el cruce de calle San Juan quedará para la ejecución posterior al Día del Padre y las vacaciones de invierno, por pedido de los comerciantes.
Estos trabajos consisten en la demolición del material existente y su reemplazo por uno más resistente, mediante la ejecución de una base de hormigón y la instalación posterior de adoquines de hormigón intertrabado en la superficie, al nivel de la peatonal.