"Preparen las manos para revolver" es la expresiva consigna con que se promociona desde Facebook la 6ª Feria de Librerías de Viejo, que revolucionará hoy, mañana y pasado el Centro Cultural Fontanarrosa (San Martín 1080). De 10 a 20, doce stands ofrecerán a lectores curiosos y a infatigables rastreadores de extrañezas unos seis mil "libros usados y antiguos, raros, descatalogados y primeras ediciones". Si bien nadie promete llevar "incunables", las librerías se encargaron de buscar lo mejor: la consigna fue aportar "ejemplares en buen estado, a precio justo y preferentemente agotados, antiguos o raros", afirma uno de los históricos del ramo, Armando Vites.
La feria ya va por su sexta edición. La primera se hizo en el 2011 y a partir del 2012 comenzó a montarse dos veces al año. Esta vez congregará a las librerías El Caburé, Argonautas, La Pluma Libros, Armando Vites Librero Anticuario, Libros Macedonio, Leo Libros, Libros Severino, El Pez Volador, El Viejo Almacén, Amauta, El Lugar y Libros Incunables.
A los puestos de cada uno de esos emprendimientos (algunos con local comercial, otros operativos sólo vía internet) se sumarán por primera vez un stand de la recuperada Biblioteca Vigil y otro de una restauradora de libros, Analía Blanco, que mostrará en el lugar cómo es su trabajo artesanal. Mención especial merecerá la presentación de una serie de ediciones de El Quijote, propiedad de un coleccionista local.
Con 32 años en la actividad, Vites —antes propietario de Cartaphilus y El Hijo Pródigo y ahora de Armando Vites Librero Anticuario— cuenta que en la búsqueda de ejemplares dignos de integrar una colección como las que maneja "el ingenio se pone a prueba".
"Donde hay libros hay que estar", dice, confrontando esa simple presencia tesonera y atenta con el mito (o al menos la infrecuencia) del "hallazgo".
Aun así, "cada libro debería responder en alguna medida a esa característica de extrañeza, de lo que no aparece en cualquier lado", afirma.
Y cada tanto ocurren pequeños milagros: "A veces uno se sorprende al encontrar en Rosario algún libro que por vaya a saber por qué accidente terminó acá... alguna tirada muy reducida, o un ejemplar típicamente europeo que a lo mejor ya es raro de encontrar en Europa misma", grafica Vites.
A bucear. En la feria, prometen, habrá textos "muy diversos" y de "todas las disciplinas". Y a buenos precios, hoy en día un detalle no menor.
La Biblioteca Popular Constancio C. Vigil tendrá su propio stand. Al frente estará el escritor Marcelo Scalona, que ayer adelantó algunos de los títulos que se podrán ojear: entre otros, las obras completas de Juanele Ortiz y José Pedroni; de la colección Alfa, poemas de Rubén Sevlever, Gary Vila Ortiz, Hugo Gola, Paco Urondo y Rafael Ielpi, o los libros "Paraná, el pariente del mar" y "Santa Fe y su gente".
Waldo Bode, de Libros Macedonio (que llevará como especiales los tres tomos de "La historia social de la literatura y el arte", de Arnold Hauser, y "La decadencia de Occidente", de Oswald Spengler), recuerda que en las ediciones anteriores la muestra se llenó de fanáticos de las librerías de viejo.
De esos que mueren por el libro como objeto: por mirarlo, por ojearlo, por olerlo y por llevárselo.
Los ebooks, maravillosos ellos, hay que admitirlo, morirán de envidia ante tanto amor.