La respuesta del público se hace firme. La segunda noche del Festival Internacional de Teatro se mantuvo encendida con tres propuestas que tuvieron a dos clásicos como protagonistas, en versiones muy bien aggiornadas.
La respuesta del público se hace firme. La segunda noche del Festival Internacional de Teatro se mantuvo encendida con tres propuestas que tuvieron a dos clásicos como protagonistas, en versiones muy bien aggiornadas.
Las luces de la Plataforma Lavardén fueron subiendo de a poco para que pasadas las 20 llegue a escena una adaptación muy particular de "Romeo y Julieta", la tragedia de Shakespeare, que ya estuvo de gira por distintas salas de nuestra ciudad a lo largo de este año.
Se trata de la versión de Rubén Pagura, un rosarino que se radicó en Costa Rica, el país donde se concibió esta original propuesta. El escenario se transforma en Verona, un restaurante en el que un mozo se dispone a esperar una pareja de comensales que nunca llega a la mesa.
El mantel blanco se convierte en un pequeño telón que mágicamente introduce a casi 400 espectadores en un mundo en el que los tenedores y cuchillos cobran una inusual trascendencia. El teatro de objetos y la excelente capacidad de narración de Pagura conforman un espectáculo con una poética cálida y artesanal que mantiene viva la esencia del gran autor inglés.
Luego, el foco se traslada a pocas cuadras de allí. El teatro La Comedia le dio lugar a "El jardín de los cerezos", una versión libre de otro clásico, pero de Anton Chèjov, un autor clave para entender al teatro de la modernidad en la Rusia previa a la Revolución. El elenco "santafesino de veras", dirigido por Edgardo Dib, conquistó al público rosarino con una logradísima adaptación que tuvo momentos de gran resonancia en los que se resaltó una efectiva comicidad. La forma se moldeó con algunos cuadros que formaban una especie de coreografía de movimientos que articularon el paso del tiempo en la historia de Chèjov, ambientada con música de Tchaicovsky.
En Rusia llega la Navidad y una familia -¿rusa? ¿argentina? ¿santafesina?- está a punto de perderlo todo. Una mujer que se duerme, un tío mago y un hijo escritor y enamorado sueñan con un mundo perdido mientras que un joven prestamista intenta en vano traerlos a la realidad.
Con algunos pasajes de representación y algunos momentos de distanciamiento, los actores entran y salen del drama intensamente, con un ritmo incesante y con actuaciones muy bien colocadas en línea directa con la atención del espectador y su predisposición a la risa.
Finalmente, la noche se traslada al CEC, donde la brasilera "Women's", con adaptación y dirección de André Carreira, se presentó con una impronta más ligada a lo trágico de la violencia doméstica que se expone permanentemente en el mundo contemporáneo.
Una empleada limpia la sala de autopsia en la morgue y escucha voces, lo que la lleva a conversar con un cadáver. La actriz manipula este cuerpo dando vida a los diferentes personajes de su historia reciente, construyendo una relación de violencia con el cuerpo que por momentos representa a su hermana.
Con texto de Daniel Veronese y las actuaciones netamente en portugués, aunque subtituladas en un panel que dificultaba la visión, esta obra se encargó de cerrar la segunda fecha del festival, en la antesala de la gran fiesta que se celebró en el CEC a la medianoche con todo el ritmo afroperuano del grupo Milenio, los mismos que protagonizaron la obra "Kimba Fa" durante la primera jornada del festival.