Si el Festival de Cannes fuese un examen, Alexander Payne y Abdellatif Kechiche sacarían muy buena nota. Y son muchos los que ven "Nebraska" y "La vie d'Adèle" en el palmarés de la 66 edición del certamen francés.
Si el Festival de Cannes fuese un examen, Alexander Payne y Abdellatif Kechiche sacarían muy buena nota. Y son muchos los que ven "Nebraska" y "La vie d'Adèle" en el palmarés de la 66 edición del certamen francés.
Payne, que estuvo muy cerca de llevarse al Oscar mostrando a un padre desorientado en "Los descendientes", aspira a la Palma de Oro con el sencillo y emotivo drama en blanco y negro sobre un padre (Bruce Dern) y un hijo (Will Forte), que recorren mil kilómetros en busca de un sueño.
"Es una historia que es un poco divertida y triste, un poco como la vida", dijo en rueda de prensa el realizador. Una de las cosas que más destacó de la película Payne es que el hijo desea dar al padre "algo de dignidad", un tema que siente que le toca personalmente porque también está viendo envejecer a sus propios padres.
Dern, de 76 años, calificó a Payne como uno de los seis "genios" con los ha trabajado a lo largo de su carrera: Elia Kazan, Alfred Hitchcock, Douglas Trumbull, Francis Ford Coppola y Quentin Tarantino.
"Nebraska", que recuerda por su temática a "Una historia sencilla" de David Lynch, se llevó un rotundo aplauso de la crítica, como también ocurrió con "La vie d'Adèle (chapitres 1 et 2)", del francés nacido en Túnez Abdellatif Kechiche. En este filme de tres horas en las que el espectador acompaña a una adolescente (Adéle Exarchopoulos) en el descubrimiento de su sexualidad y su primer gran amor (Léa Seydoux), desde sus 15 años cuando ni siquiera se plantea la homosexualidad hasta la veintena, tras convivir con una mujer.
Kechiche se toma su tiempo para desarrollar cada escena, la presentación de la joven, su entorno en la escuela, su primer amor hetero, sus dudas y, sobre todo, su primer gran amor lésbico y sus intensos encuentros sexuales.
Las escenas de amor lésbico fueron uno de los aspectos más comentados de la película, sin embargo sólo forman parte de la descripción del personaje y encajan sin desentonar en la trama de esta película que llega justo en un momento candente para la sociedad francesa, donde la aprobación de los matrimonios homosexuales ha levantado muchas ampollas.