"Bajar la presión tributaria, regularizar los mercados y eliminar en forma urgente los ROE". Así sintetizó el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Rubén Ferrero, las tres medidas que debería adoptar este gobierno para que el sector agropecuario recupere la rentabilidad perdida, que según aseguró el dirigente no sólo afecta a los cultivos tradicionales sino esencialmente golpea a las economías regionales. Escéptico sobre la posibilidad de que la gestión de Cristina Fernández de Kirchner dé marcha atrás con las políticas hacia el campo, el dirigente señaló que el presente "nos hace pensar que el futuro, por lo menos hasta 2015, va a ser muy dificil para la producción argentina".
"Queremos un Estado presente y que regule pero no que maneje en forma discrecional, como lo hizo en los últimos años, la venta de la producción al exterior", dijo el dirigente quien también descartó que desde el sector se esté reclamando una devaluación. "Pedimos tener el mismo dólar o similar a los otros sectores. Si se quitan las retencionen automáticamente esto se equipara y se devuelve en algunos casos 10 por ciento, 20 por ciento o hasta 35 por ciento de rentabildiad que es lo que falta hoy en el sector productivo", dijo durante una charla en el marco del 50º Coloquio Anual de Idea, del que participó junto a otros integrantes de la mesa de enlace como el titular de Sociedad Rural Argentina, Luis Etchevehere.
—¿Qué balance le dejan al sector estos últimos diez años?
—En los últimos diez años lo positivo para el campo no fue una cuestion interna de la Argentina sino algo internacional, el alto precio de los commodities que acompañaron a la producción no sólo nacional sino del mundo. En lo interno, lamentablemente se cometieron desde el gobierno nacional muchísimos errores que no permitieron llevar adelante todo el potencial que tiene el campo argentino. De hecho, si hoy comparamos cuál el la situación productiva, económica y financiera de países como Brasil, Uruguay o Paraguay con la de Argentina nos damos cuenta de que el hecho de no haber reconocido estos errores nos llevaron a esta sitaución. Hoy tenemos una presión fiscal como nunca tuvimos, un déficit fiscal incontrolable, una emisión monetaria superior 200 mil millones de pesos y estamos atravesando un año de una inflación que seguro va superar el 40 por ciento y todo dice que el futuro será igual o peor porque no hay ninguna señal por parte del gobierno nacional que tienda a cambiar eso. Por el contrario, desde el Ejecutivo la presidenta premia a los que nos llevaron a esta situación, De hecho, ver que el ministro (Axel) Kicillof tiene más poder y ver que fue él el que llevó adelante estas medidas nos hace pensar que el futuro, por lo menos hasta 2015, va a ser muy dificil para la producción argentina.
—¿Ganaron menos de lo que deberían haber ganado en función del potencial del sector agropecuario o de estas ventajas externas, o perdieron en esta década?
—El campo hubiese podido crecer en producción muchísimo teniendo en cuenta los precios internacionales. Si uno analiza producción por producción se puede comprobar. En lechería estamos estancados como en 1999, no hubo un crecimiento productivo. Si se analiza Brasil, Paraguay e incluso Chile, tuvieron un incremento del 35 por ciento. En maíz es exactamente igual. En trigo, caímos y tuvimos la peor siembra en cien años. Si se analiza la soja, en un momento en que siempre se dice que se sojizó la producción en los últimos años, así y todo es muy poco el crecimiento comparado con el resto de los países. Por caso, Brasil creció 35 por ciento del 2007 a la fecha y seguramente este año, en Argentina estamos exactamente igual, seguramente este año por falta de rentabilidad vamos a caer o no vamos a estar en los niveles que podríamos estar. Entonces, lo que digo es que cuando tenés condiciones internacionales que permitían rentablidad y le posibilitaban al productor devolverle nutrientes a la tierra o adoptar tecnología adecuada y haber podido crecer, no lo hicimos en ninguna actividad agrícola ni tampoco ganadera. En este último caso caímos en mas 10 millones de cabezas de stock. Sólo hay que recorrer el país. Yo como presidente de CRA lo hago, tengo 280 rurales desde Río Gallegos hasta Jujuy y veo que las economías regionales estan atravesando situaciones muy difíciles. Lo que pasa con la oliva, en Cuyo con los frutales. No es un relato, es la realidad.
—A futuro, de cara al próximo gobierno, ¿las medidas a tomar pasan por cuestiones macroeconómicas o sólo modificar regulaciones?
—Son varias medidas. Primero pedimos que el sector agropecuario juegue con las mismas reglas que el resto de los sectores. No estamos pidiendo una devaluación, pedimos tener el mismo dólar o similar a los otros sectores. Si se quitan las retencionen automáticamente se equipara y se devuelve en algunos casos 10 por ciento, 20 por ciento o hasta 35 por ciento de rentabilidad que es lo que falta hoy en el sector productivo y, por supuesto, habría que hacer muchos cambios para recuperar mercados que se perdieron por la intromisión como consecuencia de los ROE. Es necesario transparentar los mercados. No pedimos desde CRA que se liberen los mercados, no decimos que el gobierno no debe regular, lo que debe hacer es regular de buena manera, no conforme al ánimo de un funcionario. En materia de mercados hay que ser lógicos y generar credibilidad. Un ejemplo que muestra estos errores es que mientras Casamiquela recorría Rusia promocionando la carne, acá internamente se cerraba las exprotaciones. Eso no genera credibilidad en el comercio internacional.
—¿Cómo analiza la última medida de la liberacion de cupos para exportación?
—Es necesario liberar cupos, poder vender, recuperar mercados. El hecho de hacerlo de la manera que lo hicieron ahora, con un negociado con los exportadores, nuevamente vuelve a perjudicar al productor, porque el exportador tiene el cupo en la mano. Tienen la mercadería. Todos sabemos el traspaso de divisas que hubo del sector productivo a los exportadores y esto surge como resultado de una negociación que no conocemos pero se habla de que exportadores en la que ellos van a darle al gobierno 1.500 millones de dólares. Ya lo vivimos el año pasado.
—El gobierno asegura que la mesa de enlace asesoró mal a los productores que retuvieron soja y ahora perdieron plata ¿Qué opina?
—Los productores son autónomos, nadie bajó línea de que no se venda y si alguno se quedó con soja es para resguardarse de una situación del país en la cual hay una inflación del 40 por ciento. Pero diría a la presidenta que en lugar de culpar a los dirigentes le explique a la sociedad qué hizo desde 2007 a la fecha para dilapidar los más de 25 mil millones de dólares en reservas o qué hizo el gobierno en estos diez años cuando ingresaron al país 350 mil millones de dólares del campo y tenemos hoy reservas prácticamente irrisorias comparadas con otros países.
—¿Es bueno entonces el precio de la soja?
—El problema con la soja es que esté en picada en función de los precios récord que tuvimos. Para los productores el precio de la soja a los valores actuales no sería tan malo, el problema es la presión interna que tenemos en materia de retenciones. Hoy países vecinos están trabajando perfectamente con rentabilidad con estos mismos precios internacionales. Lo que pasa es que Argentina tiene una presión tributaria que no tienen otros países.
—¿Qué opina de recrear la Junta Nacional de Granos, ya que entidades de la mesa como Federación Agraria la apoyan?
—No lo compartimos porque analizamos que la Junta y ese tipo de intervención en los mercados en el mundo fue dejado de lado. Se puede analizar el caso de Canadá, Australia o Nueva Zelanda. Son métodos que fueron dejados de lado y cuando eso ocurrió crecieron productivamente mucho. Queremos un Estado presente y que regule, pero no que maneje a discreción, como lo hizo en los últimos años, la venta de la producción al exterior.