Esta noche será muy especial. Sobre todo a la hora de hacer el brindis para recibir la Navidad. Es ahí donde los deseos se pondrán de manifiesto. Donde los sueños se reavivarán con el espíritu festivo que envuelve a la humanidad. Y Paulo Ferrari confesó que hará una petición que, seguramente, será compatible con la mayoría de los hinchas canallas. "Cuando levante la copa, además de lo personal, pediré que Central ascienda. Mi deseo es que volvamos a jugar en primera en poco tiempo. Por eso vine a este club", le manifestó ayer el capitán auriazul a Ovación, mientras disfruta de sus vacaciones en nuestra ciudad.
—Además de disfrutar de la familia y amigos, ¿cómo te encuentra este final de año?
—Muy bien porque terminamos como queríamos, que es en la zona de ascenso. Así que estoy contento por eso. Pero ojo que ahora se viene la parte más difícil y dura del torneo, que es el semestre que nos espera. Ahí habrá que ratificar lo que hicimos en este último tiempo.
—¿Decís que se viene la más difícil porque en junio se define el ascenso, algo que no lograron?
—Sí, pese a que que hicimos un gran campeonato el torneo pasado. Lógico que fue muy doloroso no haber haber logrado el ascenso. Pero competimos con otros tres equipos muy competitivos (River, Quilmes e Instituto), aunque por momentos estuvimos mejor posicionados que ellos no logramos el objetivo. Fue un golpe duro desde todo punto de vista, aunque por suerte terminamos bien este año y ahora es para valorar lo que se hizo.
—Se notó que fue un golpe duro porque en las primeras fechas estaban muy mal y casi terminan peor.
—Seguro que fue un momento muy especial. Estábamos convencidos de que ascendíamos. Al no hacerlo fue un golpe a la ilusión y eso nos complicó y por eso nos costó arrancar esta temporada. De hecho, Miguel (Russo) nos había dicho que iba a ser complejo volver a incursionar por este camino y no se equivocó. Por algo es un gran entrenador. Pero gracias a Dios revertimos la situación en las últimas fechas y ahora miramos todo de otra manera.
—Cuando llegan estas fiestas se levantan las copas y se piden varios deseos. ¿Cuál es el tuyo, independientemente de lo personal?
—Que Central ascienda. Mi deseo es que volvamos a jugar en primera porque viene para eso, para jugar en la A con esta camiseta que me dio todo.
—Flor de pedido vas a hacer.
—Es que así lo siento. Porque lo sentí mucho cuando Central perdió su lugar en el fútbol argentino. Por eso, cuando tuve la oportunidad de pegarme la vuelta, no dudé en hacerlo. Sobre todo porque este club me dio la chance de jugar en otro grande como es River. Y de eso no me puedo olvidar.
—¿Sabés que muchos no pensaron lo mismo que vos en ese lapso?
—Está bien. Cada uno sabe como actúa. Cuando está todo bien es muy fácil volver. En cambio, cuando las cosas están mal es momento de demostrar cuánto se quiere al club. Lo hice y no arrepiento. Y lo haría de nuevo.
El dolor de no ascender
Cuando se le preguntó al Loncho si se había puesto a pensar por qué no ascendieron el junio pasado, el lateral no dudó en responder. “No, pero sé que fallamos en las últimas fechas. Tal es así que en la promoción hicimos todo como para ganarla, pero no se nos dio”, destacó. ¿Si cicatrizó esa herida? “Sí, pero lamentablemente ya no podemos hacer nada para volver el tiempo atrás”, concluyó.
“Gané dos clásicos muy importantes para la historia”
A la hora de palpitar los dos clásicos que animarán los equipos más importantes de la ciudad en enero próximo (20 y 27), Paulo Ferrari no anduvo con chiquitas: “Son partidos especiales. Pero por suerte gané dos muy importantes para la historia del club. El de los 22 años en cancha de ellos (Newell’s) y el de la Copa Sudamericana cuando lo eliminamos en el Gigante. No me olvidaré jamás de eso”, afirmó el Loncho con cierta dosis de nostalgia.
—¿Para los clásicos se prepararán distinto con relación a los otros partidos que jugarán?
—No, pero lo tomaremos con la responsabilidad que amerita la ocasión pese a que no serán oficiales. Lógicamente buscaremos ganarlos. Y para eso trabajaremos muy duro. Me siento orgulloso por formar parte de esta gran fiesta.
—¿Coincidís con que hay que restarles dramatismo a los clásicos para que se viva una gran fiesta en la ciudad?
—Totalmente. Esto tiene que ser una fiesta nuestra y todos tenemos que colaborar para que así sea. Ojalá que se puedan jugar con las dos hinchadas en una misma cancha porque me guste más. La rivalidad debe ser sana. Por eso, la policía debe garantizar la seguridad para todos. Por unos pocos siempre pagan el plato todos.
—¿Cómo te fue en líneas generales?
—Por suerte gané dos muy importantes. El de los 22 años en cancha de Newell’s y el de la Sudamericana con el gol de Pirulo (Rivarola). Esos dos partidos no me los olvidaré en mi vida.
“El entrenador se bancó todo con mucha calma”
Cuando Central hacía agua debido a la racha negativa de triunfos, la figura de Miguel Angel Russo fue uno de los blancos elegidos por los hinchas para tirarle los dardos de la bronca. Pero para el Loncho, el entrenador fue la pieza clave para poder torcer la historia. “Por suerte tenemos a un gran técnico. Sinceramente se bancó todo con tranquilidad. Mirá como será que la calma que siempre nos transmitió fue la llave para que no decaigamos”, afirmó el capitán canalla.
—¿Qué pasaba por tu cabeza cuando veías que el equipo no despegaba?
—Tenía preocupación porque notaba que teníamos un buen plantel, pero no podíamos plasmarlo en la cancha o en el resultado. Cuando no ganás todo se hace cuesta arriba porque los triunfos calman todo. Por suerte tenemos un gran entrenador y siempre nos bancó.
—Vaya que fue fundamental la calma de Russo porque otro DT terminaba seguro dando un paso al costado.
—Puede ser. Pero Russo conoce muy bien a Central y por eso se mantuvo siempre tranquilo y convencido de lo que estaba haciendo.
—¿Coincidís con que los únicos que creían en lo que estaban haciendo cuando los resultados no aparecían eran ustedes?
—Sí, sabíamos que era así. Y es lógico que la gente no haya confiado en ese momento porque habían pasado 11 fechas y estábamos mal. Obvio que iban a dudar, pero por suerte revertimos todo con trabajo y esfuerzo.
—¿Los perjudicó el receso teniendo en cuenta que venían como tiro?
—No, porque sabíamos que iba a suceder esto. El receso estaba estipulado de antemano y no podemos lamentarnos por eso.