El gobierno admitió ayer que no se cuentan con los recursos suficientes para pagar el 82 por ciento de todos los haberes jubilatorios, al tiempo que acusó a los dirigentes que mantienen ese reclamo de "demagógicos" y les pidió "realismo".
El gobierno admitió ayer que no se cuentan con los recursos suficientes para pagar el 82 por ciento de todos los haberes jubilatorios, al tiempo que acusó a los dirigentes que mantienen ese reclamo de "demagógicos" y les pidió "realismo".
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el diputado y ex presidente Néstor Kirchner salieron a desalentar las expectativas de un hipotético incremento de las jubilaciones, de acuerdo con el esquema de 82 por ciento móvil establecido hace más de medio siglo.
El senador socialista por Santa Fe, Rubén Giustiniani, había reclamado la aplicación de ese régimen para el caso de las jubilaciones mínimas, que de esa manera subirían a 1.380 pesos, "en un país que tiene una Ansés rica y jubilados pobres".
A partir de la reestatización del sistema previsional, la Ansés pasó a contar con una masa de recursos que le permitió otorgar líneas de créditos, préstamos a empresas y la financiación de la asignación por hijo.
En un acto llevado a cabo en Neuquén, Kirchner admitió que el Estado "se quedaría sin fondos" si se pagara el 82 por ciento móvil en todos los haberes jubilatorios, por lo que pidió "realismo" a quienes hacen ese reclamo.
"A todos nos gustaría que se pudiera implementar, pero le costaría al Estado 145 mil millones de pesos al año", 5 mil millones menos que todo el Fondo de Sustentabilidad de la Ansés.
Asimismo, Fernández acusó a los legisladores de la oposición de estar "corriendo al gobierno por izquierda" con el proyecto que prevé fijar el piso de las jubilaciones en el 82 por ciento del salario mínimo, al que definió como un "gesto demagógico".
"Por un lado, plantean sacar el 82 por ciento móvil y, por otro lado, plantean la devolución del 15 por ciento que las provincias ponen para Ansés", enfatizó Fernández.
El jefe de Gabinete completó: "Estamos transformando esto casi en una solución de magos".
Por Mariano D'Arrigo
Por Laura Vilche