Indignación, impotencia, dolor, desilusión. Los familiares de las víctimas de Salata al 2100 se sienten peor que nunca luego de conocer la decisión de la Justicia de apartar al juez Javier Beltramone, a quien ya le habían hecho un voto de confianza. Hoy irán a Tribunales para manifestar su descontento.
"A dos meses de la tragedia y pasaron tres jueces en la causa. ¿Quién lo puede entender? Me da asco", manifestó indignada Claudio Vaio, la mamá de Santiago Laguia, una de las 22 víctimas de la tragedia.
Por su parte, Aurelio Fornarese, papá de otro de los fallecidos, contó a La Capital que habían acordado, junto con otros padres y damnificados ir hoy a Tribunales para entregar un manifiesto de apoyo a Beltramone, pero "la Justicia se adelantó en la decisión" e hizo la lugar a la recusación.
"Mi mujer está en cama. No podemos creer lo que pasó", confesó Fornarese.
Ayer Vaio se mostraba indignada. "Cuando me enteré estaba en una oficina. No sabían cómo calmarme. Pensé que en este país podíamos en algún momento lograr Justicia, pero ya se ve que no. Estamos desgarrados", dijo la mujer deshecha.
Claramente ofuscada dijo que seguirá los pasos del juicio hasta el final. "Nosotros (por los familiares) no tenemos nada que perder. Vivimos sólo por los que están vivos, yo por mi hija, nada más".
"Se están burlando de nosotros y quieren alargar el juicio", expresó angustiada Nora Giraud, mamá de Maximiliano Vesco, un joven que falleció en la explosión.
"¿Qué es lo que hizo mal el juez Beltramone?", se preguntaban los familiares desconcertados ayer apenas conocieron la noticia.
Además, dijeron que "había anomalías graves (por parte de Litoral Gas) y que todo el mundo lo sabía".
Sospechas. Los familiares no pueden dejar de pensar que la empresa "hizo algo" para que removieran al juez de la causa.
"Creemos que deben haber puesto plata para sacarlo a Beltramone", manifestaron. Además, sospecharon que justamente removieron a este juez porque "no se iba a dejar comprar".
"Pensamos que este hombre iba a ir con la verdad y no se iba a dejar comprar, por eso creemos que no lo dejaron", expresaron
Con voz ausente, Giraudo enfatizó: "No se puede entender, no podemos vivir en paz, están jugando con nosotros. Este es un dolor más sobre el que ya tenemos".
Néstor Ferlatti, que vivía en el edificio que explotó, expresó que tenían fe en el trabajo de Beltramone. "Entre nosotros, los damnificados, siempre hubo respeto y confianza en este juez", explicó.
"Ahora estamos atados de pies y manos. La Justicia sabe si él hizo algo que podría generar represalias", continuó.
"La verdad es que nos cae muy mal a todos esta noticia", aseguró Ferlatti quien perdió a su suegro y su casa.
"Vemos que pasa el tiempo y no sabemos por qué ni dónde quieren llegar. Me parece todo una ridiculez y no damos más. Basta, por favor no nos puede estar pasando esto", concluyó Giraudo.