Elvira Svatetz de Finsterwald, una de las fundadoras de Madres de Plaza 25 de Mayo de Rosario, falleció el domingo pasado, dejando un legado de años de lucha por la memoria, verdad y justicia.
Elvira Svatetz de Finsterwald, una de las fundadoras de Madres de Plaza 25 de Mayo de Rosario, falleció el domingo pasado, dejando un legado de años de lucha por la memoria, verdad y justicia.
Su hijo, Orlando Polaco Finsterwald, fue militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) en la facultad de Ingeniería de Rosario y siguió luego en el Partido Peronista Auténtico y Montoneros.
Tras sufrir un secuestro y sobrevivir milagrosamente a un intento de homicidio perpetrado por una patota de extrema derecha en 1975, "finalmente, fue secuestrado-desaparecido a la edad de 22 años, el 17 de febrero de 1976, cuando abandonó la ciudad de Rosario y se dirigió a Santa Fe para acudir a una cita nacional montonera, en la Plaza de las Banderas de esa ciudad capital", recuerda el sociólogo e historiador peronista Roberto Baschetti.
El joven fue desaparecido previamente al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Al respecto, su madre Elvira señalaba a la prensa en el año 2006 —en un aniversario del golpe— que "el terror lo tuvimos mucho antes de la dictadura con la Triple A. Yo vivo este día con la misma angustia que antes aunque no puede dejar de valorar la solidaridad, aunque mucha llegó un poco tarde".
La mujer había resaltado que "lo que pasamos las Madres sólo lo sabemos nosotras. Hubo gente que no nos saludaba porque teníamos un hijo desaparecido. Me parece bien lo que se hace desde el gobierno en derechos humanos, pero siempre tengo un poco de dudas porque veo al presidente (Néstor Kirchner) un poco autoritario".
Organismos y militantes por los derechos humanos expresaron ayer su pesar por la pérdida de una luchadora de la vida.
Interpol busca a un ex capellán del Ejército
La Cámara Federal de Apelaciones de la ciudad de Bahía Blanca ordenó la captura internacional el ex capellán del Ejército Aldo Omar Vara, de 80 años, por su presunta complicidad en las torturas registradas en el área bajo control del V Cuerpo del Ejército durante la última dictadura cívico-militar.
La detención del sacerdote había sido solicitada por la Unidad fiscal de asistencia para causas por violaciones a los derechos humanos ante el juez Santiago Martínez, quien posteriormente la rechazó. Los fiscales presentaron entonces una apelación ante la Cámara Federal local, que decidió ordenar la captura internacional del religioso, quien ya figura entre los buscados por Interpol.
"El capellán, de acuerdo al reglamento de operaciones psicológicas, es un oficial orgánico y en ese plano está probado también que el oficial en su ámbito de actuación operaba en la inteligencia y en el aporte al plan criminal desde su lugar de sacerdote, tratando de entrar por ese lado a las personas que estaban en cautiverio", explicaron los fiscales. Los funcionarios tuvieron en cuenta los testimonios de varias personas quienes durante el primer juicio que se llevó a cabo en Bahía Blanca nombraron al religioso.
Por Tomás Barrandeguy
Por Mariano D'Arrigo