Un ex conscripto denunció ante la Justicia Federal que la Fuerza Aérea también
realizó los denominados "vuelos de la muerte", la práctica ilegal que consistía en arrojar a
detenidos-desaparecidos vivos al mar desde aviones militares durante la última dictadura.
Hasta ahora sólo habían trascendido esas prácticas en operaciones de la Armada,
esencialmente en el marco de la denominada causa Esma, pero el nuevo expediente judicial parece
extender los alcances de aquellos hechos al menos a otra fuerza armada.
La investigación comenzó en 2009 por intervención del fiscal federal Federico
Delgado, a raíz de la denuncia de Lorena Pacino, hija de un detenido desaparecido del centro
clandestino «El Olimpo», cuyo cadáver fue devuelto por la marea a las costas bonaerenses. El
conscripto que denunció la existencia de los vuelos (cuya identidad permanece en reserva) explicó
ante el fiscal: "Los superiores nos decían que trasladaban unas 200 millas mar adentro a los
detenidos y los lanzaban".
"Pero —añadió— dejaban uno o dos, a los que después liberaban, para
que comentaran a sus compañeros de lo que se habían salvado y lo que les esperaba al resto".
El ex soldado situó temporalmente esos vuelos "entre 1976 y 1978". La
investigación permitió establecer que durante ese lapso se produjeron extraños vuelos, en los que
"aviones Fokker salían, daban una vuelta y regresaban sin haber aterrizado".
Las fuentes judiciales dijeron que estaría "prácticamente probado" que los
responsables de la Primera Brigada Aérea de El Palomar durante la dictadura tuvieron participación
en esos vuelos.
Los voceros añadieron que el fiscal Delgado ya pidió colaboración al Ministerio
de Defensa, pues pese a sus requerimientos recibió sólo respuestas parciales y endebles por parte
de la Dirección General de Asuntos Jurídicos del Departamento Asuntos Militares de la Fuerza Aérea
Argentina sobre los movimientos de aviones por aquellos años.
Esta denuncia del ex soldado se conoce pocas horas después de que fue procesado
el oficial retirado de la Armada y piloto aéreo Julio Alberto Poch, acusado de arrojar vivos al mar
a prisioneros de la última dictadura desde los «vuelos de la muerte».
La medida fue dispuesta por el juez federal Sergio Torres, quien imputó al
teniente de fragata retirado los delitos de "privación ilegítima de la libertad" y "torturas
seguidas de muerte".