París/Washington.— Los líderes europeos aplaudieron ayer la nueva estrategia
para Afganistán que anunció el presidente de EEUU, Barack Obama, que incluye el despliegue de 30
mil soldados más. Sin embargo, pocos países del Viejo Continente se comprometieron a enviar tropas
adicionales.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, calificó el discurso de anuncio de Obama
como "valiente, decidido y lúcido", pero se abstuvo de ofrecer más soldados de parte de su país,
que es el cuarto contribuyente de tropas en la misión de la Otán en Afganistán.
En la vecina Alemania, el ministro de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle,
alabó el discurso de Obama como un respaldo de la posición de Alemania, que ha manifestado que una
solución política para Afganistán respaldada por un apoyo militar era la única manera de
actuar.
No obstante, al igual que Francia, Alemania indicó que el incremento de tropas
no será abordado hasta después de la conferencia de Londres sobre Afganistán a fines de enero.
Por otro lado Westerwelle celebró el hecho de que Obama dejara en claro que debe
ponerse fin a la misión. Y tanto él como su homólogo francés, Bernard Kouchner, dijeron que sus
países mantenían el compromiso de ayudar a reforzar y entrenar a la fuerza policial afgana.
Tibias promesas. Horas después de que Obama hizo el anuncio del envío de 30.000
nuevas tropas estadounidenses al país asiático, el jefe de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (Otán), Anders Fogh Rasmussen, dijo en Bruselas que los aliados de EEUU en Europa
contribuirán con más de 5.000 soldados a la fuerza internacional de Afganistán.
Rasmussen no especificó de dónde provendrían las tropas, lo cual evidenció la
renuencia en todo el continente de contribuir con nuevos efectivos. Sólo el aliado más fiel de
EEUU, Gran Bretaña, había prometido 500 soldados adicionales incluso antes del anuncio de
Obama.
Por su parte, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, afirmó que su país
enviará más tropas, pero sin dar un calendario ni una cifra. Prometió que Italia "hará mucho por la
misión" e instó a otros países europeos a hacer lo mismo. Italia tiene 2.795 soldados en
Afganistán.
En Varsovia, el Ministerio de Defensa aseguró que a su gobierno le gustaría
enviar 600 soldados más a Afganistán, pero advirtió que el plan tendría que ser aprobado por el
presidente. Polonia aporta 2.000 soldados, y se espera que el presidente Lech Kaczynski apruebe
cualquier incremento.
El gobierno español todavía no anunció si aumentará los casi 1.000 efectivos que
tiene en el país asiático. Según medios locales, España enviará unos 200 militares más si el
presidente José Luis Rodríguez Zapatero da luz verde a los planes que baraja el Ministerio de
Defensa.
Reina el escepticismo. Mientras tanto, en EEUU, el incremento de las muertes en
combate y los costos militares han minado el apoyo público a una guerra que ya lleva ocho años. El
aumento de tropas propuesto por Obama, que se concretará en dos o tres semanas, fue recibido con
críticas por los líderes liberales de su Partido Demócrata, sobre todo de cara al 2010, año de
elecciones legislativas.
Además, tanto entre republicanos como entre demócratas crece la preocupación por
los costos de la guerra, que han tomado el centro del escenario por el malestar acerca de la deuda
nacional de EEUU, de casi 12 billones de dólares.
El congresista Dave Obey, que preside la comisión a cargo de aprobar el gasto
del gobierno, dijo que un compromiso bélico de largo plazo en Afganistán podría costar de 500.000 a
900.000 millones de dólares durante la próxima década, lo que "consumiría nuestra capacidad para
pagar las acciones necesarias para reconstruir nuestra propia economía".
El demócrata Obey propuso una sobretasa por la guerra para pagar los costos del
conflicto. Pero un incremento impositivo es improbable, especialmente con las elecciones
legislativas programadas para el año próximo.