Gustavo Alfaro es el nombre que suena con mayor fuerza por estas horas para convertirse en el próximo entrenador de Estudiantes, a pesar del hermetismo que reina en la dirigencia de la entidad.
Gustavo Alfaro es el nombre que suena con mayor fuerza por estas horas para convertirse en el próximo entrenador de Estudiantes, a pesar del hermetismo que reina en la dirigencia de la entidad.
Con este panorama, la visita del próximo lunes a La Plata de Arsenal, equipo que dirige en la actualidad Alfaro y que marcha segundo en el torneo Clausura, seguramente no pasará inadvertida.
El técnico habló en el programa Cielosports, de una FM local, y destacó que "ni Arsenal me llamó para renovar, ni me ofreció nada, pero no lo hacen por el momento en el que estamos. Le pedí a Julio (Grondona hijo) que diferencie los momentos y lo mismo ocurre con (Luciano) Leguizamón, que se le vence el contrato".
"Quiero aclarar que tampoco hablé con gente de Estudiantes, porque no puedo desviarme del objetivo. No quiero que se diga que perdimos, porque tenía en la cabeza otra cosa. Me llamaron algunos clubes del exterior y la postura fue igual", agregó el rafaelino.
Más adelante sostuvo que "si me quieren es un orgullo, pero hasta ahí llega. Uno trabaja donde puede, pero debo reconocer que Estudiantes siempre me ayudó cediéndome jugadores a préstamo como Desábato, Benítez, Damonte y luego dirigí a Alayes y Braña, y todos me ayudaron a crecer como entrenador".
Alfaro también dijo que "siento que algún día los caminos se pueden cruzar, pero tengo el temor que se mezclen las cosas, porque jugamos contra Estudiantes y yo quiero ganar como siempre y porque estamos peleando el campeonato. Como dicen los abogados cualquier cosa que diga puede ser usada en mi contra".
Asimismo, el entrenador remarcó que no tiene ningún problema personal con algunos jugadores del Pincha, que él dirigió en su última etapa en Quilmes y remarcó por último que "el otro día me crucé con (Rodrigo) Braña y (Agustín) Alayes en una cancha de golf y me comentaron lo que se está hablando, pero más que eso no sé".
Por Martín Stoianovich