El sueño se hizo realidad, tanto para el pueblo canalla como para el propio César Delgado. Ayer se confirmó de manera oficial lo que Ovación adelantó en la edición del jueves. El Chelito volverá a ponerse la camiseta auriazul, esa con la que brilló cuando comenzó a dar sus primeros pasos como jugador profesional y logró meterse en la piel del hincha. Después la pelota lo llevó a México, Francia y la selección argentina. Pero como canta Fito Páez, “Rosario siempre estuvo cerca” y en este arranque de 2015 uno de los últimos ídolos del club tomó la decisión de regresar. Ayer el notable delantero habló en exclusiva con este diario desde México y entregó las primeras sensaciones de lo que le genera pegar la vuelta. “Estoy feliz de poder estar de nuevo en casa”, confió sin ocultar la emoción que lo envuelve.
“Recién hablé con mi representante y me dijo que está todo acordado de palabra con Central”, manifestó Delgado, que ayer también brindó una conferencia de prensa para anunciar su salida del Monterrey mexicano. No hay dudas de que vivió un día muy especial, lleno de emociones, de recuerdos y de sueños inmensos, esos que pondrá en marcha a partir de la semana que viene cuando se sume a la tropa de Coudet en Arroyo Seco.
—¿Cómo se dio esta chance de volver ahora cuando por ahí la esperabas más adelante?
—Por cuestiones personales el regreso se aceleró. Siempre tuve en mente volver, pero por equis motivos no se daba. Hubo causas personales y familiares para retornar. Pero estoy muy feliz y tranquilo con la decisión de que se haya acelerado todo. Quiero volver lo antes posible al club que me dio mucho, me vio crecer. Sinceramente estoy muy feliz. Se dio todo muy rápido y por algo pasan las cosas. También estoy muy nervioso, no lo voy a negar, pero a la vez completamente feliz. Dejo muchas cosas acá en Monterrey. Como amigos y situaciones lindas que viví tanto en lo social como en lo futbolístico. Pero las cosas se aceleraron y hoy hay un acuerdo con Central. Ni qué hablar del agradecimiento al club Monterrey que entendió perfectamente los motivos de mi decisión.
—¿Estás un poco nervioso por todo lo que significa para la gente y para vos este retorno?
—El nerviosismo es por todo lo que genera mi llegada. Pero nerviosismo de motivación, de querer hacer las cosas bien, de volver al club donde siempre quise regresar. Tengo el nerviosismo de la adrenalina de lo que genera Rosario Central, de lo que contagia en este momento Coudet. Estoy convencido de que esta impaciencia se irá rápidamente cuando empiece a rodar la pelota, cuando comience a entrenar. Simplemente es una ansiedad de motivación, de ganas, porque me encuentro en un momento futbolístico bueno. Me siento bien. Soy consciente de que la exigencia será el triple de parte de todos, de la gente, la directiva, el cuerpo técnico y los jugadores. Estoy con mucha ilusión de poder hacer lo mejor para el equipo y para el club.
¿Cuándo llegás a Rosario y te ponés a trabajar a la par del grupo en Arroyo Seco? Sabés que la gente ahora querrá verte adentro de la cancha cuando arranque el torneo.
Pienso en viajar para Argentina a más tardar el martes, tengo cosas para solucionar acá en mi casa en México. Así que la próxima semana estaré allá a las órdenes del cuerpo técnico. Estoy en ritmo, entrenando, y obvio que me va a faltar un poco más en lo físico, pero estoy en competencia. Me falta muy poco para estar diez puntos. Ahora hay que estar a la altura de lo que exige Rosario Central, el hincha de Central, y de las expectativas que hay con este nuevo cuerpo técnico. Con toda esta movida que se armó. Hay que estar al ciento diez por ciento para dar lo mejor.