"Estamos en la búsqueda del funcionamiento", señaló el DT de Newell's Diego Osella

Lo que se presumía se oficializó. Que iban a aparecer cambios en la formación de Newell's para medirse mañana con Aldosivi era un hecho. Y también que al retoque Diego Osella lo iba a aplicar en la defensa y en el mediocampo, con cuatro variantes en total. En la edición de ayer Ovación anunció que Diego Mateo tenía chances de volver a integrar la formación principal y el propio técnico confirmó su regreso. Que Leandro Fernández iba a salir también aparecía como un secreto a voces. Quizás la sorpresa la dio relegando a Sebastián Domínguez para darle rodaje al paraguayo Marcos Cáceres, quien era candidato también a volver a la formación tras recuperarse de una lesión.

El entrenador modificó la formación en todos los partidos y esta vez no será la excepción. Decidió cambiar la zaga central que utilizó frente a Tigre, con Domínguez —hasta el momento era el único defensor que había jugado los cuatro partidos en este ciclo— y el Coty Fernández para que jueguen Cáceres y Nehuén Paz juntos por primera vez en estas posiciones.

Otra de las variantes en el fondo es el regreso de Luis Advíncula tras los dos partidos que disputó con la selección de Perú en las eliminatorias y la salida de Escobar. El peruano a partir de ahora no jugará más de volante, sino en su posición natural como defensor por el sector derecho. Ahí el DT espera tener la mejor versión del futbolista incaico.

También el conductor leproso metió mano en la zona de volantes y decidió no apostar a todos juveniles con la inclusión de Denis Rodríguez por Villalba, sino que optó por devolverle la titularidad a Pomelo para combatir en ese sector. De esta forma, ratificó a los volantes laterales Jalil Elías y Daniel Mancini.

En el único lugar que no hubo modificaciones es en lo ofensivo, donde continuará el tridente ofensivo con Nacho Scocco, Lucas Boyé y Maximiliano Rodríguez.

Osella reconoció que busca pero no encuentra la respuesta que pretende del equipo, por algo cambia fecha a fecha. También, es cierto, son pocos los que pueden sentirse titulares, ratificados y/o con confianza para desempeñar su tarea dentro del campo de juego. En todo esto la única solución, al margen del funcionamiento, está en el resultado. Cuando un equipo gana se ocultan los errores y hay un aumento de confianza interna. Una especie de maquillaje sanador.