La Unión Europea y Estados Unidos, los dos mayores bloques económicos y comerciales del planeta, establecerán un tratado de libre comercio. Después de que anteanoche, en el discurso sobre el estado de la Unión, el presidente Barack Obama diera vía libre, la Comisión Europea anunció oficialmente ayer el lanzamiento de las negociaciones.
"Estados Unidos y la Unión Europea iniciarán los procedimientos internos necesarios para lanzar las negociaciones sobre una Asociación Transatlántica de Comercio e Inversiones", anunciaron el titular de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el presidente del Consejo de la UE, Herman Van Rompuy.
El inicio de las negociaciones será, previsiblemente, a finales de junio, antes de que termine la presidencia irlandesa de turno de la UE, explicó Barroso, mientras que el comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht, precisó que "lo ideal sería que estén terminadas en dos años".
La UE y Estados Unidos, que llevan años preparando el lanzamiento oficial de estas discusiones, tienen ya la que se considera la relación económica más integrada del mundo, con un comercio de bienes y servicios cercano al billón de dólares y con inversiones que superan los 2 billones de dólares.
Las economías combinadas entre ambos lados del Atlántico representan casi la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) mundial y un tercio de los intercambios comerciales.
"La relación económica transatlántica es ya la mayor del mundo y representa la mitad de la actividad económica global, así como un comercio de bienes y servicios cercano al billón de dólares, además de representar millones de puestos de trabajo a ambos lados del Atlántico", aseguró Barroso.
En Washington, Obama había anunciado anteanoche el lanzamiento de las conversaciones "sobre una Alianza Transatlántica de Comercio e Inversión con la Unión Europea, porque un comercio que sea libre y justo a través del Atlántico sustenta millones de empleos estadounidenses bien remunerados".
Estados Unidos tiene inversiones en Europa que triplican las que tiene en todo Asia, mientras que las de los Veintisiete en el país americano son ocho veces superiores a las depositadas en China e India juntas, según fuentes comunitarias.
Crecimiento del 0,5 por ciento. "Esta iniciativa permitirá a la Unión aumentar su crecimiento económico anual en el 0,5 por ciento", señaló Durao Barroso, al presentar la decisión en Bruselas.
El superávit comercial de la UE con Estados Unidos aumentó entre enero y agosto de 2012 hasta 56.100 millones de euros frente a los 46.100 millones del mismo periodo de 2011, según Eurostat, la oficina estadística comunitaria.
"Ya somos los socios comerciales más importantes del mundo, con negocios que alcanzan los 2.000 millones de euros al día", dijo De Gucht.
Las negociaciones entre ambos socios incluirán las áreas de acceso a los mercados, aspectos reguladores y barreras no arancelarias, así como reglas y principios y los nuevos modos de cooperación para abordar los desafíos y oportunidades de los principales aspectos comerciales globales.
Quedarán, sin embargo, fuera de ellas algunos espinosos asuntos que son motivo de enfrentamiento permanente entre Bruselas y Washington, como el sector aeronáutico y sus respectivos gigantes Airbus y Boeing.
"No está en el orden del día" el sector aeronáutico, se limitó a decir De Gucht en la rueda de prensa ofrecida en Bruselas.
Barroso, por su parte, advirtió que las discusiones "no serán fáciles" y que "para que sean exitosas necesitamos, sobre todo, voluntad política".
Para cumplir con el objetivo de comenzar a negociar antes de que concluya el primer semestre del año, la CE presentará en los últimos días de marzo un documento a los Veintisiete para su aprobación y dar la luz verde al inicio de unas discusiones consideradas "urgentes".
En cuanto a la agricultura, otro de los asuntos fuente de divergencias por las posturas defensivas que ambas partes tienen al respecto, quedarán fuera del acuerdo lo relativo a los productos clonados o genéticamente modificados.
Entre las primeras reacciones que se conocieron estuvo la del premier británico, David Cameron, quien afirmó que el acuerdo "creará puestos de trabajo en ambos lados del Atlántico y hará más prósperos a nuestros países".