Madrid. — Miles de personas expresaron ayer en silencio su rechazo a ETA en concentraciones frente a los ayuntamientos de toda España y condenaron el atentado que el miércoles último costó la vida a un empresario en el País Vasco, en el norte del país. Dos terroristas dispararon contra Ignacio Uría en la localidad guipuzcoana de Azpeitia. Allí tuvo lugar ayer la concentración más emotiva. Unos 300 de los más de 400 trabajadores de la empresa Altuna y Uria, de la que era fundador y directivo, se reunieron a 20 metros del lugar en el que fue asesinado. En medio del dolor, España conmemoró ayer el 30º aniversario de su Constitución. En el resto del país, miles de ciudadanos se congregaron en las puertas de los ayuntamientos, así como en las del Congreso de los Diputados, el Senado y las sedes de los gobiernos autonómicos. El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, acudió junto al líder de la oposición, Mariano Rajoy, a la capilla ardiente del empresario en Azpeitia para dar el pésame a la familia.