Madrid.— Los bancos españoles necesitarán entre 51.000 y 62.000 millones de euros para sanearse en el caso más extremo, según los resultados de las auditorías realizadas por dos firmas internacionales que contrató el gobierno de Mariano Rajoy. Se trata de "un diagnóstico certero y creíble" de la situación, en el que se acota la necesidad de capital "en márgenes manejables", valoró desde Brasil el jefe del Ejecutivo español.
El gobierno estaba esperando estos informes para decidir el dinero a pedir a sus socios de la zona euro, que el pasado 9 de junio acordaron una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros para las entidades españolas lastradas por el estallido de la burbuja inmobiliaria.
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, dijo ayer que España tiene tiempo "hasta el próximo lunes" para pedir formalmente el rescate a la banca. Por su parte, el ministro de Finanzas francés, Pierre Moscovici, adelantó que Madrid hará la solicitud hoy mismo. Ante la presión de los mercados, Alemania había instado a España a apurarse con ese pedido.
Las auditoras Roland Berger y Oliver Wyman —que según se supo ayer han cobrado dos millones de euros por su trabajo— realizaron por separado sendos análisis del sistema financiero español, con procedimientos distintos, con el objetivo de evaluar la resistencia del mismo en un escenario macroeconómico adverso, con una caída acumulada del PBI del 6,5 por ciento hasta 2014.
Roland Berger estimó que las necesidades de capital de la banca española se moverían en ese escenario en una horquilla de entre 51.000 y 62.000 millones de euros. Wyman, por su parte, no dio una horquilla, sino una cifra única: 51.800 millones de euros.
Estos resultados deberían dar "tranquilidad y seguridad a los mercados", afirmó el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, quien compareció en rueda de prensa junto al subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, para anunciarlos. Esta semana los mercados castigaron fuerte a España. El lunes pasado, el riesgo país y la rentabilidad del bono a diez años se situaron en niveles considerados de rescate.
Distintos escenarios. Las autoridades aclararon que la cifra máxima de necesidades de la banca presentada ayer no tiene por qué ser la que el gobierno de Rajoy solicite a sus socios europeos. Existen bancos que podrían lograr por su cuenta el capital necesario en el peor de los escenarios, por lo que no todo el dinero que haría falta para superar esa situación adversa tendría que ser público.
El subgobernador del Banco de España insistió en que el escenario adverso proyectado en los análisis de las dos auditoras es "más duro que el que contempla el FMI", refiriéndose al informe en el que la institución dirigida por Christine Lagarde cifró las necesidades de la banca española a partir de los 40.000 millones de euros.
El peor escenario sobre el que se ha trabajado es un escenario que "ningún analista económico, por pesimista que sea, sería capaz de predecir", aseguró Restoy.
En un escenario base, "el más probable por las previsiones de los analistas", según el subgobernador del Banco de España, las necesidades de capital de los bancos del país ascenderían a un máximo de 25.600 millones de euros. Esa es la cantidad que dio Roland Berger. Oliver Wyman estima, en ese caso, entre 16.000 y 25.000 millones.
La mayoría de las necesidades está concentrada en las entidades nacionalizadas o en vías de estarlo (Bankia, Catalunya Caixa, Nova Caixa Galicia y Banco de Valencia), que tendrán que recurrir al dinero europeo y que representan en torno a dos tercios del total de las necesidades.
No al debate. Entretanto, en medio de la tormenta económica que azota a España, la decisión de Mariano Rajoy de no celebrar este año el tradicional debate sobre el estado de la nación disparó una polémica en el país, donde desde hace semanas se acusa al Ejecutivo de falta de transparencia.
"Nunca una nación necesitó tanto un debate como España en este momento", manifestó ayer el líder de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba. La oposición piensa batallar hasta el final por conseguir que Rajoy acuda al Congreso a explicar las políticas que está aplicando desde que llegó a La Moncloa, hace seis meses, en el peor momento económico de la reciente historia democrática de España.