Las lesiones siguen haciendo de las suyas en Central. Ayer quien debió dejar la cancha antes de tiempo fue Javier Toledo, producto de un fuerte dolor en la rodilla derecha. El delantero se retiró del estadio 23 de Agosto con una férula en la zona afectada y ayudado por Germán Rivarola y Luciano Figueroa. Mientras eso ocurría, el médico del plantel, Hernán Giuria, advertía que el primer diagnóstico es “un esguince de rodilla”. El facultativo aclaró que una vez que el plantel llegue a Rosario le van a realizar una resonancia magnética y a partir de allí “habrá que evaluar el resultado de esos estudios”. La jugada fue a los 36’ del complemento, cuando fue a buscar al piso una pelota contra Bangardino. El delantero hacía poco que se había repuesto de un desgarro.
En proceso de reconstrucción
El puñado de albañiles edifica su labor dominical a su ritmo natural. Los pintores trabajan prolijamente sobre las futuras cabinas de transmisión. Todos estos obreros están instalados cotidianamente en el estadio 23 de Agosto, ya que la Tacita de Plata será una de las sedes de la Copa América y están adecuando el recinto para estar en breve acorde a las circunstancias. Es que ni bien uno pisa el estadio se percibe claramente que todavía hay varias refacciones por realizar. A ese cuadro de situación hay que sumarle que el tiempo apremia porque el torneo internacional está a la vuelta de la esquina. Es por eso que ni la acción dentro del resembrado césped los puede detener. Y ayer no fue excepción.